Pasadas las dos semanas falleras por antonomasia y las fiestas fundacionales de la Magdalena, la sociedad continúa involucrada de lleno en la vertiginosa batalla porconquistar la victoria al conocido por todos como COVID - 19. Queda muy lejano ya el movimiento reivindicativo fallero y gaiater que con derecho ganado a pulso y facultades para ello han conseguido un punto y seguido en sus fiestas.

Pero los días se consumen rápido, casi al igual que esta maldita pandemia hace mella en nuestra sociedad y un movimiento único y característico, que vertebra al pueblo valenciano con una solidez basada en la economía, la ecología la cultura y la fiesta coge el testigo del movimiento fallero y magdalenero; es la Cultura del Bou. Si, el problema lo tenemos nosotros, aquí y ahora.

El reciente estudio de impacto económico realizado por la Universitat de Valencia, sitúa al Bou al Carrer, en una posición de referencia en la economía valenciana. Una actividad local y autóctona capaz de crear 3.095 empleos y generar 300 millones de euros que a su vez representa el 0,08 % del PIB de la Comunitat Valenciana.

A diferencia de otros colectivos festivos y culturales, el taurino, no está centralizado en un mes concreto, ya que peñas y Ayuntamientos se organizan para poder realizar durante los 365 días del año los más de 9.700 actos taurinos en diversas modalidades. Con estos argumentos y con la responsabilidad adquirida en estos últimos años, nos marcamos un objetivo generalizado y que se cimenta en el aplazamiento, evitando de forma definitiva la suspensión. Los contactos con el sector, han sido continuos en las últimas semanas y se analiza cada caso con detalle buscando la mejor de las soluciones.

La opción menos deseada, pero al mismo tiempo la más real y eficaz será trasladar los festejos de abril, mayo y Junio (por el momento) a los meses de octubre, noviembre y diciembre. Evitando así, un colapso del sector en los meses de julio, agosto y septiembre, donde todo el entramado empresarial del sector está a pleno rendimiento.

Intentaremos así una vez más desde la Comunitat Valenciana, remar a contracorriente y aportar nuestro granito de arena al sector taurino a nivel nacional. El objetivo es claro y directo; evitar las suspensiones y buscar los aplazamientos. Con esta medida minimizaremos el impacto negativo en todas las empresas que están vinculadas al sector del Bou al Carrer: Ganaderos, Cebaderos, Servicios Sanitarios, Arquitectos, Montadores, Gestores, Transportistas, Periodistas y así un larga lista.

Pero hay una preocupación, entre tantas, que dista mucho de todas. Las más de 80 ganaderías autóctonas, junto a los alrededor de 20 cebaderos que suman entre todos más de 15.000 cabezas de reses bravas en nuestra tierra. De estas explotaciones, que suponen en 28,3 % del impacto económico citado anteriormente, depende la economía de 300 familias.

La fuente de ingresos de este sector, es única y exclusivamente los festejos de Bous al Carrer y se presentan meses muy duros para ellos. Peñas y organizadores estaremos al pie del cañón e intentaremos por nuestros medios aliviar cualquier tipo de situación negativa, pero la gravedad de su situación requiere mucho más.

Los Ministerios de Cultura y Agricultura, la Generalitat Valenciana, así como las Diputaciones Provinciales, no pueden olvidar una actividad cultural, festiva y local con todo lo que ella conlleva, así como las tres entidades que actualmente trabajan con la Administración Central; ANOET, FUNDACION DEL TORO DE LIDIA y UCTL.

Hemos sido, somos y seremos un colectivo serio y riguroso; generoso, colaborador y siempre hemos tendido la mano a cualquier actuación en beneficio de nuestra tierra y país. Daremos la cara ante esta situación y seguiremos organizando todos los festejos

que nos sean posibles.

El colectivo taurino se pone a disposición de la Generalitat Valenciana para cualquier tipo de actuación necesaria en la lucha contra el COVID - 19, con toda la infraestructura de la que contamos, así como un grupo de 100 personas que se han presentado

voluntarios.

Suerte a todos.