En las últimas horas se han conocido los datos correspondientes al desempleo durante el mes de marzo de 2020 en España, que claramente reflejan el contexto que estamos viviendo debido a la situación de crisis sanitaria producida por la pandemia del coronavirus.

Las cifra más llamativa ha sido el registro de un crecimiento de 302.000 personas en situación de desempleo, suponiendo un total de desempleo durante marzo de 2020 de 3.548.312 personas, con una afectación interanual superior en hombres (14,19% ) y que en mujeres (5,38%), si bien los porcentajes totales siguen ubicando la tasa del desempleo femenino en un 57% mientras que la tasa del desempleo masculino supone un 42% del total.

En la Comunidad Valenciana, la pérdida de afiliación ha ascendido a 27.741 personas, siendo la cuarta comunidad autónoma con mayor pérdida de afiliación (después de Andalucía, Madrid, y Cataluña).

Durante el último año, el empleo se ha ido incrementando, cada vez de forma menos acelerada pero lo ha hecho, y la previsión para estos meses de marzo en adelante era positiva porque en algunas regiones turísticas se une la contratación relacionada con el incremento de visitantes en semana santa, con la de verano, produciendo una tendencia de aumento de empleo característica durante estos meses en nuestro país.

Sin embargo, la tasa de desempleo actual refleja que con unos pocos días de marzo, hemos llegado a unas cifras de desempleo similares a las cifras anuales producidas durante los peores años de crisis económica en España sufridos entre 2008 y 2013, como ya venía anticipando el profesor de la Universidad de Salamanca especializado en económica laboral Miguel Ángel Malo.

Es importante hacer hincapié en que la cifra de aumento del desempleo durante el mes de marzo es negativa pero no refleja la dura realidad actual, pues aunque el ascenso total de desempleados es de 302 mil personas, según MTMYSS a 31 de marzo la cifra correspondiente al descenso de afiliación era de 851.440 personas, debido al cierre de las actividades no esenciales y la imposibilidad de realizar teletrabajo en algunos sectores, con lo que las dramáticas cifras de la segunda mitad del mes de marzo han sido compensadas por el crecimiento de empleo que se produjo a principios de mes y se esperaba para los meses siguientes.

Lo mismo ha sucedido con los datos mensuales de los llamados "demandantes ocupados", que incluye entre otros a las personas que han sido afectadas por ERES y ERTES. Aunque según los datos de MITRAMISS el ascenso de demandantes ocupados sea de 150 mil personas durante el mes de marzo, debemos de entender que esta cifra no refleja la dura realidad, porque sólo comprende a aquellas personas cuyo ERTE ha sido aprobado por la administración, por lo que no se reflejan los totales de finales de mes de marzo, que veremos reflejados en el mes de abril.

Este dato es bastante preocupante por el mero hecho de que, lógicamente, si la situación temporal que estamos viviendo se termina relativamente pronto, deberíamos de poder recuperar rápidamente la actividad y contrarrestar estos datos con los datos de la segunda mitad del año 2020 y quizás el esfuerzo de todo 2021 también. No obstante, si la situación empresarial se debilita y se producen ceses prolongados de actividad o cierres de empresas que no pueden aguantar los costes fijos sin realizar actividad alguna o disminuyendo notoriamente la misma, será mucho más complicado contrarrestar este impacto que estamos sufriendo en el empleo.

Por este motivo, resulta fundamental que desde el gobierno se planteen medidas tanto de carácter social — como viene haciendo hasta ahora con el aplazamiento de hipotecas y las ayudas a quienes se encuentran en situación de ERE o ERTE, etc. — como de carácter empresarial, ayudando a grandes empresas, pymes y autónomos, que han tenido que paralizar o disminuir su actividad y sus ingresos se han reducido sustancialmente, con el fin de que podamos seguir hablando de una "hibernación" temporal recuperable y no de esa "glaciación" de la actividad que la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) teme.