Cuando The Police lanzaron en 1979 su canción Message In a Bottle, nunca imaginaron que su estribillo final, iba a resumir la angustia de todo un sector laboral como el de la cultura, duramente golpeado por los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19.

La mayor crisis sanitaria a la que ha tenido que hacer frente la humanidad desde la gripe española ha provocado un parón económico y social sin precedentes, no solo en nuestro país sino prácticamente en el mundo entero.

Para hacer frente a esta situación, desde el Gobierno de coalición, así como desde la Generalitat y diversos Ayuntamientos como el de València, se han comenzado a diseñar escudos sociales para que nadie se quede atrás cuando esta crisis pase, proponiendo planes de choque con ERTEs que evitan destruir empleos definitivamente, ayudas a empresas y autónomos, moratoria en el pago de hipotecas y alquileres y un largo etcétera.

Estas medidas han tenido que ser tomadas en un tiempo récord sin contar con ninguna ayuda de la Unión Europea.

Y es que la cultura no puede quedarse atrás en estos momentos. El gobierno alemán ha incluido a la cultura como bien de primera necesidad del país, en el marco del rescate financiero previsto por Angela Merkel, anunciando que no dejará al sector de la cultura en la estacada, ante cierres de recintos culturales como teatros y cines, cancelación de festivales, y aplazamientos que quedan en el aire.

Desde IU hemos propuesto al Ministerio de Cultura un plan que intenta recoger lo propuesto por el conjunto de asociaciones del sector con el objetivo de implementar ayudas a desarrollar por Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, que a su vez puedan complementar a planes ya aprobados como el Reactiva de la Conselleria de Educación y Cultura.

El plan estaría dotado de inicio de un fondo estatal de 1000 millones de euros, en colaboración con las CCAA y Ayuntamientos, enmarcado en el paquete de medidas para afrontar la crisis del coronavirus de 200.000 millones de euros aprobados por el Gobierno para la reactivación del país. De ese fondo saldría una línea de financiación del ICO inmediata para las actuaciones en directo, conciertos, representaciones etc., que abarcarían desde los microcréditos de 3.000 euros a préstamos de 200.000 euros.

Sería el momento de crear un nuevo marco fiscal y laboral para la industria de la cultura, con la aprobación inmediata del Estatuto del artista en la línea de otros países de nuestro entorno, que han hecho bandera de la protección de sus artistas y de la cultura como elementos centrales de su economía.

El plan de choque del Ministerio de Cultura, coordinado con las Consejerías y concejalías de cultura, irá dirigido a creador@s, conciertos al aire libre o en salas, bares musicales, medios culturales especializados, espacios escénicos, recitales, festivales de cine, galerías de arte, librerías y otras iniciativas culturales que estuvieran programadas antes del Estado de Alarma. Debería de entrar en vigor de inmediato la reducción del IVA al 4% en las entradas de todos los eventos culturales, así como la reducción definitiva del IVA cultural del 21% al 10% en todos los servicios relacionados con la música en directo.

Hay que tener en cuenta las particularidades del sector, como por ejemplo, que la posibilidad de acogerse a las prestaciones por desempleo no sea solo para aquell@s trabajador@s que han visto suspendidos temporalmente sus contratos, sino también para l@s que no saben cuándo volverán a los escenarios, o a abrir las librerías, galerías de arte, bares musicales, etc.

Hay que lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza al sector, apostando por la reprogramación de todos los festivales y espectáculos suspendidos, garantizándolos una vez se consolide el fin del estado de Alarma. Las administraciones públicas impulsaran cuantos rodajes y estrenos hayan quedado suspendidos por el Estado de Alarma en el mundo del cine, las representaciones y las giras que hayan quedado aplazadas en el teatro y la música, o las exposiciones en las galerías. Esta propuesta abarcará también al patrimonio cultural, con la reapertura de museos, monumentos, yacimientos, etc.

Se trata en definitiva, de trasladar al tejido cultural que no ha sido olvidado, y que la recuperación del país pasa precisamente por él. Porque como dijo Federico García Lorca, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro.

* Responsable de alternativas culturales de IU