Agradezco a Levante- EMV la iniciativa de este foro de opinión. Mis primeras palabras acerca de la crisis sanitaria originada por el Covid -19 son de recuerdo, apoyo y solidaridad con todas las personas infectadas, enfermas, fallecidas, y a sus familiares.

En segundo lugar, de reconocimiento y agradecimiento en especial a todo el personal sanitario, pero también a todos los servidores públicos de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como autonómicas, y locales.

Esta crisis sanitaria, no financiera o económica como la de 2008, nos ha enseñado muchas cosas. No estábamos preparados para una pandemia. Tiempo habrá para la reflexión, la autocrítica e incluso para las responsabilidades. Ahora demandamos con urgencia medidas sanitarias y económicas. El impacto sobre nuestras vidas dependerá de ello. Los dirigentes políticos, sobre todo, y en menor medida también los bancos y las grandes empresas, tienen una oportunidad para reconciliarse con gran parte de la sociedad española.

Hemos aprendido muchas cosas, en especial que debemos reforzar el sistema sanitario, colectivo al que reitero mi admiración y profundo agradecimiento, que sin los medios necesarios y sin descanso, están arriesgando su propia salud por los enfermos. También estamos asistiendo a la gran lección que están dando empresarios y deportistas, así como muchísimos españoles anónimos, con importantísima ayuda económica y donaciones, lo que demuestra que España es un pueblo ejemplar en solidaridad.

A todos nos preocupa ahora la situación sanitaria, y debemos contribuir extremando las precauciones cada uno de nosotros. Pero en la segunda gran preocupación, la situación económica, también podemos contribuir cada persona, manteniendo la perspectiva y el tono constructivo. La recuperación dependerá en gran medida de ello, también de nuestra capacidad de adaptación.

El teletrabajo ya existía en muchos casos, pero con esta crisis precipitada ahora es forzoso, y nos hemos visto obligados a aprender aceleradamente las nuevas tecnologías, a estar teleocupados, acostumbrarnos a ver o escuchar niños a nuestras reuniones en remoto, e intentar conseguir normalidad en la mayor crisis de nuestras vidas.

El sector inmobiliario se ha visto desigualmente afectado en esta crisis. El más afectado es el retail, porque es el primero que ha sufrido el cierre por Decreto, y será probablemente el último en abrir. Sin embargo, lo contario ha ocurrido con el logístico, que actualmente demanda más espacio. Sólo es necesario pensar cómo ha cambiado nuestra forma de comprar, el alza de la compra online será estructural. La compraventa de viviendas dependerá en gran medida del tiempo que dure esta crisis, y sus consecuencias en el desempleo, como igualmente afectará al alquiler de oficinas y coworking, que además se verán afectados por el mayor teletrabajo y habrá mayor desocupación.

Existirán oportunidades de inversión, lo estamos viendo en Asia con gran intensidad de private equity, compañías de seguros, etc.

Si Dios quiere, en pocas semanas pasaremos de la inactividad actual a la gradual reactivación económica. La clave será si dicha recuperación lo será en forma de V o de L, sin duda no en todos los sectores por igual. El «día después» será una transición. Nos costará darnos un abrazo sin pensarlo dos veces. Los comportamientos se irán adaptando progresivamente a una normalidad, que será otra distinta a la anterior a esta crisis. El forzoso aprendizaje de adaptación vivido tendrá consecuencias en todos los órdenes de nuestras vidas, como un mayor teletrabajo o una sensibilización mayor sobre limpieza e higiene.

En Olivares Consultores siempre tratamos de adaptarnos, pero nos esforzaremos por ser más flexibles en general, y poner en valor todos los aprendizajes de esta forzosa y rápida transformación. Muchos de los abruptos cambios que estamos viviendo, serán mas estructurales de lo que imaginamos hoy. Potenciaremos el teletrabajo, la conciliación, y el uso de las nuevas tecnologías para ser más eficientes, renunciando al ineficaz presentismo. Pondremos el énfasis, más aún, en las personas; aumentaremos la proximidad a nuestros clientes para que esa cercanía nos ayude a entender cómo estarán el «día después», para entender sus nuevas necesidades? para ser mejores a la vuelta. También pondremos más el foco en lo solidario, otra de las grandes lecciones de estos días, y en valores como el sentido de pertenencia, para que esta gran familia que somos salga fortalecida, como saldrá toda la sociedad en su conjunto.