Las medidas iniciales preventivas de confinamiento, junto con el cierre de comercios y empresas por fuerza mayor para evitar la concentración de personas, no se cumplieron en los primeros días en el sector ferroviario. Las aglomeraciones de viajeros tanto en trenes y metros fueron un punto caliente de contagios, más si cabe por la falta de existencias y no utilización de mascarillas y guantes para realizar los viajes en estos medios de transporte, que realizan un papel fundamental en las áreas urbanas. El año pasado 256 millones de viajeros usaron las cercanías.

La actividad del transporte ferroviario considerada como esencial en una primera fase, ha sufrido las consecuencias de la paralización económica que padecemos de manera paralela junto a la crisis sanitaria a causa del CoVid19. Los transportes de viajeros fueron disminuyendo por la falta de usuarios, medida que seguro será beneficiosa para el control de la enfermedad y que deseo llegue pronto. El transporte de mercancías por ferrocarril también se ha visto afectado por la falta de trabajo en las empresas, que han paralizado o disminuido su actividad por el Estado de Alarma, necesario y declarado por el Gobierno tras su aprobación el 15 de marzo.

Todos los sectores se están viendo afectados por la paralización de la actividad y se están viendo obligados a establecer ERTE como medidas de alivio económico. En el sector ferroviario, ya son varias las empresas privadas como CAPTRAIN o la valenciana LOGITREN que se han visto obligadas a iniciar un expediente temporal de regulación de empleo entre sus trabajadores. Mientras las empresas privadas se ven obligadas a la realización de esta regulación de empleo por la disminución de tráficos, RENFE puede permitirse por el apoyo Estatal mantener la estabilidad de la totalidad de la plantilla, a pesar de que la paralización de tráficos también les esté afectando como al resto de empresas. En estos momentos de dificultades económicas es cuando la falta de un Convenio Laboral para todos los maquinistas ferroviarios se echa de menos tal y como está demandando ASIMAFE, la Asociación Sindical Independiente de Maquinistas.

Dentro de unos meses, con fecha tope del 31 de diciembre, concluirá el proceso de liberalización del sector ferroviario con la entrada en las líneas de Alta Velocidad de las empresas AVLO (RENFE), RIELSFERA (SNCF) e ILSA (Air Nostrum y TRENITALIA). La inversión económica que realizarán las empresas, sobre unos 1.800 millones de euros, generarán un incremento en la actividad económica que será bienvenida, más si cabe tras la crisis en la que estamos entrando por la interrupción económica actual. Esta nueva inversión creará nuevos puestos de trabajo en todos los ámbitos del sector ferroviario, principalmente en las nuevas empresas como RIELSFERA e ILSA. En breve suscribirán los Acuerdos Marco con ADIF para el inicio de la actividad en los corredores, quedando en el aire la posibilidad de poder explotar la actividad durante 10 años como RENFE, ya que actualmente sólo se establecen 5 años.

La importancia y la apuesta del Gobierno en transitar e invertir hacia un transporte de bajas emisiones y de integración social del territorio serán claves para que el sector evolucione hacia un movimiento de mercancías en el territorio del 30%. Serán claves el desarrollo de las licitaciones de renovación prometidas por valor de 3.000 millones de euros para los trenes de cercanías y que eran básicas para la prolongación de Contrato Programa 2018-2027 entre el Estado y RENFE para la obtención de los servicios de Cercanías y Regionales de más de 9.600 millones de euros a ingresar durante este período. El ministro José Luis Ábalos declaró que es un contrato de 10 años con opción a cinco años adicionales. Éstas medidas han sido una aceleración de la inversión prometida por su predecesor Íñigo de la Serna de 5.000 millones hasta 2025.

La importancia de fomentar el ferrocarril, tras la victoria frente al CoVid19, será clave para la activación y desarrollo económico del Estado que se ha visto paralizada. Durante estos días estamos viendo la importancia del ferrocarril para trasladar a pacientes graves de coronavirus en trenes de alta velocidad medicalizados, el transporte de grandes cantidades de material sanitario y de protección han sido ejemplos de la utilidad y eficacia del transporte ferroviario. El futuro pasa por su activación y coordinación con los puertos marítimos y fluviales como puntos claves para la coordinación y explotación comercial en España, sin olvidar la indispensable labor del sector del transporte de carretera que necesita mejorar en su eficiencia y coordinación con el ferroviario. Y de la mano de la total y efectiva liberalización del sector ferroviario debe producirse una regulación laboral actualizada de los profesionales de la conducción ferroviaria, que todavía están regulados por legislación del año 1974.

*Asociación Sindical Independiente de Maquinistas Ferroviarios