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Abro hilo

El aprobado excepcional

En educación cambiar un jarrón de sitio requiere consultar con varios foros, redactar innumerables documentos argumentativos y hacer filigranas con horarios, normativas y plantillas. Y tendrán que pasar años para poder evaluar si cambiar el jarrón de sitio ha supuesto una mejora. Tiempos geológicos, debates prolongados, posiciones enconadas. Hasta que llega un virus y de un día para otro (literal) se instaura la enseñanza telemática y el Gobierno anima a aprovechar para aplicar al 100% el aprendizaje competencial, centrarse en "lo esencial e imprescindible" (que cada uno decida qué lo es) y olvidarse del currículo "enciclopédico". Así, pim pam. Para cerrar el curso, conselleria y ministerio parten de la misma idea: "No perjudicar al alumno". Descarto que antes se les hiciera repetir para fastidiarles, pero de las instrucciones lo que más claro queda es: repetir, al mínimo; promocionar y titular, al máximo. Deseando que lleguen las estadísticas de este curso en el que la Covid-19 logrará lo que parecía imposible: reducir las tasas de fracaso y abandono escolar.

No es un aprobado general. Habrá alumnos que pasen con suspensos, que luego deberán recuperar. Pero al escuchar a la ministra Celaá muchos profesores oyen que les anima a tener manga ancha (diciéndolo con palabras técnicas, claro). No habrá aprobado general, pero sí que habrá más de un aprobado excepcional, aprobados que en condiciones normales aquel alumno no vería en su último boletín del curso. Defiendo la equidad y sé que la brecha de un hogar a otro no siempre se salva mandando un ordenador portátil: los menores necesitan acompañamiento y no todos los padres pueden/quieren hacerlo. Entiendo que quizás es el momento de romper esquemas mentales y olvidarse en este final de curso de las dinámicas tradicionales y las reglas del juego vigentes. Asumo que, como siempre, cada centro hará lo que pueda y considere. No vislumbro qué efectos tendrá en la trayectoria de los chavales. Lo que sí veo es que el gran reto será el curso que viene: volver a enganchar los vagones a la vía, poner el tren en marcha e intentar recuperar lo perdido (ahí es nada). El presupuesto se debería ir en planes de refuerzo tamaño Titanic, en ayudas sociales y en profesores para dar la atención más personalizada posible. Tendremos barracones hasta 2040, pero lo primordial es reactivar la máquina.

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