Vaya por delante que mi pensamiento está con los 19.130 fallecidos por el Covid 19 y sus familias. Me duele especialmente que la gran mayoría de estas víctimas pertenezcan a esa generación de Oro que creó nuestra clase media, y sobre cuyo esfuerzo se sustenta la prosperidad de nuestro país. Todos los que venimos por detrás les debemos mucho y les hemos fallado estrepitosamente. Algo que me avergüenza profundamente en la parte que me toca.

Esta Pandemia Mundial está siendo el gran desafío del siglo XXI. La respuesta ha sido errática en todo el mundo y nadie tiene la solución mágica para un problema tan brutal y complejo. Dicho esto, nuestro país está en el furgón de cola con el peor registro de mortalidad por habitante del mundo. Algo que nos debería hacer reflexionar.

Hemos implementado un confinamiento muy estricto e indiscriminado que, como acertadamente apuntan Guillermo de la Dehesa y otros notables, es «una medida ineficaz, humillante, traumatizante y destructiva», y que tendrá unas consecuencias económicas muy graves.

Aún más preocupante es que nuestros gobernantes estén aprovechando estas medidas excepcionales para recortar nuestras libertades o minar nuestras instituciones democráticas. Algunos como Josep Borrell amenazan con nacionalizar partes importantes de la economía y otros como Pablo Iglesias abogan directamente por confiscar nuestros ahorros.

Pero, sin duda, lo más grave de todo está siendo la pésima gestión de la crisis sanitaria. Cuatro semanas después de decretar el confinamiento seguimos sin suficientes mascarillas, respiradores y tests, y - aparentemente - con el sistema sanitario colapsado. Digo aparentemente porque en la Comunidad Valenciana los hospitales privados se encuentran semi vacíos y con capacidad sobrante en sus UCIs. ¿Alguien duda de que si cualquiera de los miles de empresarios y ejecutivos tan buenos que tenemos en la Comunidad Valenciana o en España estuviera al frente, todo esto estaría mejor gestionado y se habrían evitado muchas muertes innecesarias?

Esta crisis sanitaria ha expuesto las debilidades de nuestro sistema y nos aboca a una crisis económica sin precedentes.

¿Y qué podemos hacer ante un problema tan grande? Lo que harán muchos es echar las culpas a la pandemia, a la globalización, a la falta de generosidad de los alemanes, a los empresarios, etc€ Y ahí precisamente radica la raíz de todos nuestros males como sociedad. Hemos hecho dejación de funciones durante muchos años y hemos asumido torpemente que nuestros problemas los tienen que solucionar otros y nadie se pregunta de verdad ¿y quiénes son esos otros? o ¿por qué tienen otros que solucionar nuestros problemas?

Ahora que saltan todas las costuras de nuestro sistema, en lugar de rasgarnos las vestiduras ¿no es hora de mirarnos al ombligo y proponer soluciones que dependan de nosotros mismos?

Cada uno tenemos que hacer individualmente todo lo que podamos en nuestro ámbito para superar esta crisis. Nosotros en Atitlan estamos trabajando para garantizar el suministro ininterrumpido desde nuestras empresas alimentarias y vamos a redoblar nuestro esfuerzo inversor en los próximos meses.

Pero esto no es suficiente, también es hora de que como equipo afrontemos nuestros problemas colectivos con valentía. Me atrevo a sugerir algunas ideas que ayudarían a cohesionar nuestra Sociedad y paliar la crisis que nos viene:

1.- Fomentemos la colaboración entre lo Público y lo Privado. En una sociedad madura la relación entre el Sector Público y Privado nunca ha de ser de confrontación como plantean algunos, y sí de apoyo mutuo y búsqueda de oportunidades para hacer las cosas mejor. Tres ejemplos:

a. Sanidad. Hay un sistema inventado en esta Comunidad que es Ribera Salud, un 20% más barato y con un servicio de mayor calidad que la Sanidad Pública. En lugar de demonizarlo ¿por qué no nos planteamos cómo mejorarlo y extenderlo?

b. Corredor Mediterráneo. Una infraestructura esencial y que sería deseable desarrollar cuanto antes. En lugar de seguir mendigando dinero a Madrid, ¿por qué no exploramos fórmulas de financiación para ejecutarlo YA?

c. Educación. Donde de verdad nos jugamos nuestro futuro como país. En lugar de querer matar la educación concertada, que ofrece mejores resultados y es más económica que la pública ¿por qué no aprender de lo bueno que ofrece para mejorar la educación pública y que esta vuelva a ser un Ascensor Social?

2.- Aprendamos de los mejores. De Alemania, el país más rico y próspero de la UE:

a. Tienen 4.000 cargos políticos por millón de habitantes frente a 10.000 en España y gestionan mejor sus servicios públicos. Nosotros NO nos podemos permitir otra cosa.

3.- Apoyemos la Actividad Económica.

-a. Tenemos que frenar la destrucción de empleos y empresas como sea, y esto no se consigue prohibiendo EREs, prestando dinero a empresas insolventes o nacionalizando la industria, sino bajando impuestos temporalmente e incentivando a las empresas a mantener el empleo.

-b. Reduzcamos la burocracia, generalizando por ejemplo el Silencio Administrativo Positivo, con el que se agilizarían muchos proyectos de inversión que hoy languidecen en trámites y que nos vendrían muy bien para relanzar la economía y el empleo.

Somos un Gran País, lo tenemos todo para triunfar y depender sólo de nosotros mismos. En nuestra larga historia hemos salido de situaciones mucho peores y de una manera u otra saldremos de esta. Pero dejemos de pensar que podemos seguir maltratando a España sin consecuencias y empecemos a resolver nuestros verdaderos problemas no desde el dogmatismo sino desde la racionalidad y el sentido práctico. Una crisis como ésta sólo tiene un aspecto positivo y es que nos obliga a sacar lo mejor de nosotros mismos. Aprovechémoslo.