La curva de nuevos casos diarios de Galicia presenta un comportamiento con pocos altibajos y se ajusta bien a la figura que cabría esperar en la propagación de una pandemia. Tuvo su máximo en los primeros días de abril, cuando se produjo un llamativo crecimiento de los enfermos detectados. Ese pico dio pie a un descenso continuado que se ha manifestado con cierta regularidad. La comunidad autónoma cuenta, según el último cómputo del Ministerio, correspondiente al 16 de abril a las 21.00 horas, con 8.013 casos detectados, lo que supone una incidencia media en los últimos 14 días de 103,50 casos por cada cien mil habitantes, sensiblemente inferior a la del conjunto del país. El total de pacientes que han requerido atención hospitalaria ha sido de 2.535, lo que significa que casi el 70 por ciento de los enfermos diagnosticados como positivos por el Covid-19 en la comunidad autónoma han mantenido sintomatología leve, lo que supone un buen porcentaje de visión global de la enfermedad. Los servicios sanitarios gallegos han anunciado que efectuarán la próxima semana más de 50.000 test a la población en general para detectar asintomáticos, lo que puede permitir a Galicia tener una buena imagen de la incidencia real de la enfermedad para preparar el "desconfinamiento". El análisis llevado a cabo por los matemáticos asturianos Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz, de la Universidad de Oviedo, pronostica un total de infectados que podría ser algo inferior a los 10.000. De conservar la tendencia (salvo discrepancias estadísticas por el modo de contabilizar positivos como las que hemos estado viendo estos días), la comunidad autónoma podría situarse en menos de 50 casos diarios en diez días.