O se llega finalmente a un acuerdo en la UE para ayudar a los países que peor lo están pasando con el coronavirus o la UE tiene los días contados. Entre otras razones porque a la crisis sanitaria que estamos viviendo se va a sumar una crisis social y económica sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, con países arruinados, empresas cerradas y millones de desempleados, de ahí la necesidad de elaborar un plan de contingencia económico a escala mundial dotado de recursos suficientes para hacer frente a la que se nos viene encima.

Siempre se ha dicho que los buenos amigos se demuestran en los momentos difíciles. Cuando todo va bien te sobran amigos por todas partes. Pero cuando realmente lo estás pasando mal es cuando te das cuenta de con quién puedes contar y de con quién no. De ahí que amigos de verdad haya tan pocos en nuestra vida. A mí me sobran dedos de una mano para contarlos.

Esto mismo de la amistad me sirve para ilustrar el papel que está jugando la UE estos días. Nuestros socios del Norte como Holanda o Alemania, no son amigos con los que se pueda contar en los momentos difíciles. Lo están demostrando en esta pandemia que se ha cobrado cientos de miles de víctimas mortales en todo el mundo. Y no estamos ni mucho menos al final de esta crisis sanitaria. Todavía va a ser larga y dolorosa.

¿De qué nos sirve pertenecer a una UE que es profundamente insolidaria? Lo demostró con la crisis de los refugiados, cerrando fronteras y no cumpliendo siquiera el cupo de inmigrantes por países que aprobó y lo está demostrando ahora con los países más débiles y más expuestos al coronavirus.

Tras muchos esfuerzos de Francia, Italia y España se ha conseguido desbloquear medio billón de euros. Para que nos hagamos una idea de la cuantía económica que se ha conseguido desbloquear, EEUU ha puesto sobre la mesa un plan de estímulos de 2 billones de dólares (1,84 billones de euros) para luchar contra el coronavirus. El mayor programa de estímulos económicos y fiscales de la historia de EEUU. Y ha sido posible gracias al acuerdo en el Senado entre demócratas y republicanos.

O se ponen todos los países manos a la obra o nos espera a todos un futuro desolador.