La crisis de la COVID-19 nos ha puesto delante de grandes retos y dificultades que están sacando lo mejor de los profesionales de nuestro país. Al frente de la batalla contra el virus tenemos a nuestros servicios sanitarios, que llevan a cabo una tarea delicadísima con una valentía y capacidad ante las que solo cabe quitarse el sombrero. Pero también muchas otras personas, instituciones y empresas están haciendo un trabajo imprescindible para garantizar que nuestras familias sigan disponiendo de servicios esenciales, desde la distribución y venta de alimentos y productos de primera necesidad en tiendas y supermercados hasta el agua caliente de nuestros hogares y la recogida de residuos. Nuestro sistema, a pesar de todo, sigue funcionando gracias a la sólida organización y compromiso de la sociedad.

En este contexto, los bancos tenemos también un papel fundamental. Las medidas de los gobiernos y de los bancos centrales nos convierten en transmisores de recursos hacia la economía real, donde hay que actuar a tiempo para mantener el tejido productivo en marcha y garantizar la recuperación una vez se supere la crisis. Además, seguimos siendo una infraestructura clave para la financiación de empresas y particulares y para la realización de pagos. Los profesionales de Banco Sabadell siguen, pues, trabajando para garantizar estos servicios imprescindibles para el funcionamiento de la economía del país. Además, me gustaría subrayar el esfuerzo de nuestro equipo humano de la red de oficinas, que sigue llevando a cabo su tarea a pie de calle con el mismo compromiso y eficacia de siempre.

Nuestra entidad ha puesto en marcha asimismo una serie de medidas orientadas a ayudar a los clientes más vulnerables ante las circunstancias que estamos viviendo. Así, hemos querido garantizar que las personas mayores no tengan que desplazarse a su oficina para cobrar la pensión, asegurando que los gestores de las oficinas contacten con estos clientes y les ofrezcan una solución. Además, el cobro de dichas pensiones se ha adelantado al igual que las prestaciones por desempleo, todo ello con la finalidad de contribuir a paliar y facilitar en parte una mejor gestión de sus finanzas en estos momentos de excepcionalidad.

Para las familias que habitan viviendas acogidas al Fondo Social de la Vivienda y se han visto afectadas por la COVID-19 hemos aplazado hasta tres meses el pago del alquiler social, y para los casos de particulares directamente afectados por el virus estamos retornando el cobro de comisiones por servicios y activando moratorias de hasta 12 meses en las hipotecas, para pagar solo los intereses.

Pensando en las empresas, hemos ajustado la renovación de pólizas de crédito para evitar posiciones deudoras, hemos activado prórrogas de confirming y factoring y hemos aplicado periodos de carencia de capital de hasta seis meses para hipotecas y también para préstamos sin garantía hipotecaria. El banco movilizó al principio de esta crisis, además, a 3.500 gestores que ponen a disposición de empresas, negocios, comercios y pymes soluciones de financiación. Ahondando en esta cuestión, cabe remarcar como unas de las herramientas fundamentales la puesta en marcha de las líneas de liquidez respaldadas por avales del ICO. En la situación actual, el sistema financiero tiene más que nunca la responsabilidad de llevar a cabo una función de transmisor financiero para atender las demandas y necesidades de nuestros clientes. Somos plenamente conscientes de nuestro compromiso con las familias, comercios y empresarios de nuestra Comunitat; y precisamente por ello, vamos a estar más que nunca del lado de nuestro tejido productivo.

Son algunas de las muchas medidas que Banco Sabadell ha puesto en marcha para seguir acompañando a sus clientes en estas duras circunstancias y para garantizar la seguridad de sus empleados. Medidas que se unen al esfuerzo común que está realizando nuestra sociedad, la cual se está demostrando a sí misma su resiliencia ante la pandemia. Confiemos en que la cooperación de los gobiernos e instituciones tanto de nuestro país como de toda la Unión Europea, acaben de encarrilar la recuperación y podamos enviar pronto la crisis de la COVID-19 a una página de los libros de historia. En este escenario el papel de las instituciones europeas es absolutamente clave, tanto desde el punto de vista de coordinación y promoción de medidas económicas efectivas e inequívocas de defensa del proyecto europeo, que se trasladen a toda la sociedad con el fin de proponer un escenario de recuperación que palie lo antes posible los efectos que sin duda esta pandemia va a tener a corto plazo en el empleo, la creación de riqueza y viabilidad de las empresas, y el progreso de las familias.

Habrá muchas lecciones que asimilar después de esta crisis. Tendremos que recuperar lo antes posible la confianza, la manera de relacionarnos tanto a nivel personal como profesional; deberemos aprender a priorizar y apreciar las cosas que realmente importan. El coraje, el esfuerzo y la capacidad de innovación y adaptación de nuestra sociedad valenciana, de nuestro tejido productivo, de nuevo se impondrán para empezar de nuevo más fortalecidos. Nuestra Comunitat merece que luchemos. Las próximas generaciones merecen que luchemos. Saldremos de esta, sin duda, y Banco Sabadell seguirá estando para acompañar a sus clientes.