Sólo en momentos como este en que hay miles de personas sufriendo es cuando salen la nobleza y el sacrificio extraordinario del corazón humano y vemos a diario ejemplos de unidad y solidaridad que nos conmueven a todos y nos hacen creer en nuestros semejantes.

Los aplausos diarios a los sectores que se están dejando la salud por ayudar a los demás (sanitarios, policías, bomberos, taxistas, transportistas, dependientes, empleados de limpieza, etc), no deben quedar solo en un gesto de reconocimiento, sino que deben ser un estímulo para que todos ayudemos a otras personas que lo necesitan sin pensar en otros aspectos secundarios.

Estos días es cuando me siento más orgulloso de formar parte de este sector e incluso tener el privilegio de representarlo. El Taxi no es sólo una profesión en la que ganarse la vida, es una forma de vida dedicada al servicio a los demás, y sólo los que tienen verdadera vocación de Servicio Público pueden hacerlo durante años, ayudando a diario a todo aquel que solicita su servicio en cualquier lugar del mundo, ya sea en grandes ciudades, como en pequeños municipios aislados.

Todos los días me llegan videos e imágenes de compañeros que tienen gestos solidarios, de profesionales que están día y noche para trasladar y dejar a salvo a nuestros familiares, sanitarios y enfermos, haciendo jornadas maratonianas sin cubrir gastos y sin pensar más que en seguir cumpliendo con su obligación.

Es cierto que da igual a lo que te dediques, seguro que en estos días todos tenemos la oportunidad de ayudar a alguien y seguro que recibes a cambio una mirada o un gesto que te llena más que si recibes una compensación económica.

En estos momentos es cuando más se necesita también que los líderes de la sociedad se dediquen a trabajar para los demás, poniendo todos los recursos a su alcance a disposición de los demás, aparcando las diferencias con otros líderes o con otros sectores, por el interés general del que tanto hablamos todos en discursos y conversaciones y que en estos momentos alcanzan otro nivel.

Cuando llegue el momento de la reconstrucción, la sociedad también necesitará personas con la energía y la capacidad suficientes para llevarla a cabo y en ese momento habrá que estar a la altura de lo que se les pida. Contad con nosotros, contad con el Servicio Público del Taxi.