También en la curva epidémica de Navarra se observa esa doble joroba característica de muchas comunidades autónomas. Se debe al reporte de casos positivos detectados con tests rápidos de anticuerpos, porque la tendencia de positivos mediante la técnica PCR continúa la caída esperada: continuado descenso hasta los 23 casos registrados en la última cifra oficial facilitada por la comunidad autónoma al Ministerio de Sanidad.

Ese crecimiento aleja el momento aparente en que Navarra alcance los mínimos de la enfermedad. Pero ya sabemos que los tests de anticuerpos detectan a infectados pasados en muchos casos, razón por la que el Ministerio ahora limita sus estadísticas a los resultados en PCR.

Los investigadores Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz evalúan diariamente el desarrollo de la pandemia en España y las diferentes comunidades autónomas. El modelo matemático encuentra dificultades para pronosticar la evolución de los fallecimientos por los excesivos altibajos en los datos. No obstante, Navarra ya ayer cerró su recuento sin ningún fallecido, la primera vez en un mes; pero el pasado 17 de abril comunicó de una tacada 77 fallecimientos, lo que establece un pico que hace difícil intuir la tendencia. Con todo, la comunidad autónoma lleva días con una tasa de infección muy baja, por lo que es de suponer que, con independencia de que aparezcan nuevos casos pasados gracias a los test rápidos, la evolución de la pandemia tienda a extinguirse, salvo repuntes peligrosos a medida que se relaje el confinamiento. Sin embargo, la acumulación de casos días atrás todavía le da una alta incidencia acumulada, superior a la media española. Seguramente su desescalada sea a una velocidad más lenta que en el resto del territorio nacional.