Estamos viviendo días muy duros donde primero de todo quiero trasladar mi pésame a todas las familias, entre ellos socios muy queridos y apreciados en el Ateneo, que han fallecido a causa de un virus que ha arrasado con nuestra cotidianeidad y que habrá que despedir adecuadamente cuando pase estos momentos tan críticos.

Nadie podía imaginar hace unos meses que estos días estaríamos en una situación complicada que muchos comparan con los peores momentos que se han vivido en el pasado. Si miro hacia atrás en el historia del Ateneo puedo ver una luz de esperanza porque de todos los malos momentos, Guerra Civil, la Riada del 57 o la gran crisis del Ateneo en los años 80, hemos salido reforzados como entidad hasta la actualidad. Considero que una vez pasada la fase más complicada debemos de encontrar las oportunidades para trabajar por un futuro con el que ir saliendo de esta pesadilla.

Ahora más que nunca es cuando nuestros políticos deben mostrar unidad y valentía para entre todos salir de esta situación porque los valencianos estamos dando un ejemplo de responsabilidad, civismo y de actuar de forma individual en beneficio de la colectividad, y por eso ellos deben de estar a la altura del momento.

Durante estos días sería bueno mantener el espíritu que creamos las entidades civiles, empresas, instituciones, universidades, colegios profesional o asociaciones valencianas en el Expofórum. Bajo este nombre celebramos el 110 aniversario de la Exposición Regional de 1909 pero realmente fue una demostración de unidad, de coordinar nuestras acciones, de poner cada uno lo mejor de sí en beneficio de la sociedad. Y estos valores son los que hacen falta ahora más que nunca: unidad, solidaridad, empuje, fuerza, iniciativa. Entonces lo decía y sigo repitiéndolo cada vez que tengo ocasión, somos un pueblo valiente, emprendedor y si trabajamos todos juntos saldremos de esta siendo mejores y reforzados.

Una de las claves es que tenemos que adaptarnos, por el momento, a las circunstancias sanitarias que vivimos, hemos de transformarnos e innovar en nuestras costumbres. Ese concepto, innovar, que tanto hemos usado para el tejido empresarial hemos de aplicarlo ahora para cualquier aspecto de nuestra vida. En el Ateneo es lo que hemos hecho en este último mes. Sabéis que nuestra entidad es un foco de cultura, de vida, un ir y venir en su edificio en el mismo corazón de Valencia.

Pues bien, ese corazón lo hemos convertido ahora en un corazón virtual on line en el que seguimos trabajando. Nuestras conferencias son ahora webinar, nuestros encuentros del Club de Gastronomía son ahora recetas en YouTube, nuestra exposición del Salón de Otoño de pintura es ahora virtual a través de la web, el Aula Cultural ha pasado del Salón Noble a un Zoom diario de una hora, nuestros saludos en el ascensor y en el Salón Noble son mensajes de vídeo o fotografías con dedicatoria en nuestro canal de whatsapp.

En resumen, el Ateneo Mercantil ha decidido que no cierra sus puertas, las trasforma, que no para, que ante la adversidad da un paso adelante y sigue prestando servicio a sus socios y también a todos los valencianos. Porque consideramos que en estos momentos tenemos más responsabilidad, que el ser Entidad de Utilidad Pública no es un mero título, es una realidad. Por eso, casi la totalidad de nuestras actividades son en abierto para que cualquier ciudadano pueda disfrutar de ellas y encuentre en nosotros un espacio de cultura y ocio.

El nuestro es un ejemplo más de las cientos de iniciativas que se están viendo estos días en todos los ámbitos de la vida y animo a todos a seguir adaptándonos y seguir trabajando para cuando comience la desescalada. En el Ateneo sabemos que no va a ser inmediato, pero igual que la primera conferencia de nuestra institución fue un 12 de octubre de 1879 a cargo del presidente de la entidad, Virgilio Beltrán Ibáñez, con el título «El Comercio y sus auxiliares los dependientes» sabemos cuál será la primera conferencia en nuestros salones, «Capitul Cavallers Jurats de San Vicente», que fue suspendida debido al Decreto de Alarma y que será la primera aunque, obviamente, aún no tiene fecha determinada. Será una forma de ir recuperando poco a poco la normalidad, de volver a programar todo lo que queríamos haber hecho y que una crisis imprevista nos obligó a aplazar.

Quiero concluir estas líneas volviendo a incidir en la unidad, que será clave para muchas cosas, también para reconocer el esfuerzo y el trabajo admirable que han hecho durante todas estas semanas todos los profesionales que han cuidado de nosotros de formas muy diferentes, que han tenido que salir de sus casas cuando seguro que querían quedarse en ellas. A todos ellos estaremos infinitamente agradecidos y la mejor forma de darles las gracias va a ser seguir siendo responsables para que el esfuerzo de toda la sociedad haya merecido la pena. Estoy segura de que una vez más vamos a demostrar como sociedad de todo lo que somos capaces de llegar a hacer juntos para salir de ésta.