La irrupción del COVID-19 en nuestra sociedad y nuestras vidas ha supuesto un cambio de paradigma en muchos sentidos. La forma de vivir, de relacionarnos o de trabajar se ha visto inevitablemente afectada por el virus y por las medidas adoptadas con el objetivo de frenar esta crisis sanitaria. Entre los nuevos hábitos que hemos tenido que incluir en nuestra vida de manera forzada se encuentra el del teletrabajo.

En muchos sectores económicos esta forma de trabajar ha acabado por convertirse en una norma durante estos días, algo que, en determinadas profesiones, ha supuesto una ardua tarea de adaptación. En el caso de los gestores administrativos, la nueva realidad ha traído consigo infinidad de retos a los que hemos tenido que ir adaptándonos a marchas forzadas. Entre ellos el del trabajo de manera telemática.

Y es que, en el caso de las gestorías y despachos, el hecho de no poder abrir cara al público para que nuestros clientes puedan entregarnos sus facturas ha supuesto, sin duda, todo un desafío, pues muchos de nuestros clientes no disponen de medios telemáticos para realizar estas gestiones. Esto, sumado a todas las novedades legislativas que ha traído consigo el estado de alarma, nos ha obligado a hacer, en ocasiones, una labor exhaustiva de búsqueda y estudio para ofrecer siempre a nuestros clientes una información completa y pormenorizada. Ello ha llevado tanto a gestores, empleados de gestorías y clientes -miles de personas- a realizar un enorme ejercicio de paciencia y mucha dedicación, haciendo funciones que en ocasiones suplen a la propia Administración, algo que desde el Colegio agradecemos profundamente.

Por este motivo, desde el Colegio de Gestores Administrativos de Valencia, y desde otros muchos Colegios profesionales de toda nuestra geografía, hemos reclamado desde que empezó esta situación un aplazamiento para la presentación de declaraciones y liquidaciones tributarias que otorgara cierto respiro tanto a profesionales como a las propias empresas y autónomos que, no lo olvidemos, son quienes generan riqueza. Por su parte el Gobierno únicamente ha concedido una ampliación del plazo para presentar los pagos de declaraciones de impuestos de autónomos y pymes hasta el 20 de mayo, pero cabe recordar que también la presentación de estos pagos se acumula a la campaña de la Renta, que empezó el 1 de abril y se extenderá hasta el 30 de junio. En este caso también hemos solicitado una prórroga, como con la presentación del Impuesto de Sociedades cuyo plazo finaliza el 25 de julio. Todo ello supone una enorme carga de trabajo para despachos y gestorías que, unido a la situación actual en la que todos estamos aprendiendo a realizar determinadas gestiones de manera telemática, se convierte en un gran desafío.

Imagino que este tipo de situaciones, en mayor o menor medida, también las habrán vivido en otros sectores. Porque lo que es seguro es que la irrupción de la pandemia no ha dejado a nadie indiferente.

Es tiempo de readaptarse a las circunstancias y de reflexionar sobre de qué manera hemos llegado hasta aquí y cómo podemos salir reforzados. Tanto por parte de nuestro sector como del conjunto de la sociedad.

Nos centramos en el «día después» como un horizonte en el que todo esto pasará, y obviamente que pasará, pero tendremos que aprender a convivir con esta nueva normalidad de la que nos están hablando desde el Gobierno e intentar todos, como sociedad, realizar un aprendizaje a marchas forzadas para tratar de paliar la inevitable caída económica que vamos a sufrir.

De esta anómala y cambiante situación hemos podido observar que contamos con un modelo de sociedad que tiene grietas en muchos cimientos fundamentales que lo sustentan. Si queremos dejar en herencia a nuestros descendientes un mundo mejor y un planeta habitable y duradero, tendremos que legislar pensando en el largo plazo y en el bien común como ejes principales de actuación.

Siguiendo esta filosofía sería muy recomendable que los distintos gobiernos de todos los países contaran, de una forma absolutamente activa, con la sociedad civil, reconociendo sus aportaciones y colaborando estrechamente con la misma. Tenemos que estar preparados y afrontar con plenas garantías la era de la digitalización que marcará el futuro de las empresas. Creo que es el mayor reto al que nos enfrentamos para dar respuesta a nuestros clientes y al conjunto de administraciones con las que colaboramos.

En ese sentido, quisiera reafirmar el marcado compromiso de servicio a la sociedad por parte del colectivo de gestores administrativos. Algo que considero que hemos demostrado durante estos días no escatimando esfuerzos y medios para consolidar nuestra posición de colaboradores, tan necesarios como imprescindibles, con todas las administraciones a través del cumplimiento de los convenios que tenemos suscritos.