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La pandemia y la "Gran Historia"

Una nueva visión para entender la extensión e impacto del virus

Ante la campaña "#EsteVirusLoParamosUnidos: Detener el coronavirus es responsabilidad de todos y todas. Si te proteges tú, proteges a los demás", llevo semanas con la necesidad de escribir algo. Pero estoy bloqueada, no puedo escribir. No es debido al confinamiento, estoy acostumbrada a trabajar en casa, soy madre de dos criaturas desde hace más de 13 años. Puedo dejar el Word abierto, buscar eso tan urgente que se la ha perdido a la pequeña y recordar al mayor cual es la contraseña del portal educativo, mientras me acuerdo de que acaba de terminar la lavadora, mejor tiendo ya y me ahorro la plancha. Quizá sea la complejidad de la situación que vivimos lo que me bloquea, pero voy a intentarlo. De lo complejo también puede salir algo simple.

Hay cosas que son muy obvias y muy sencillas, incluso ahora, en este complicado mundo. Otra cosa diferente es que sea obvio y sencillo verlas. Para mí la "Gran historia" siempre ha estado ahí. Pero tardé mucho en verla. Espero poder ayudar de alguna manera a que otros la vean tan claro como yo ahora.

Esta campaña "#EsteVirusLoParamosUnidos" me pareció una de esas obviedades. Un virus no es un ser vivo. Un virus está vivo si otro ser vivo le deja. Más o menos. Soy geóloga, no bióloga, permítaseme la licencia. Pero no estamos hablando de un solo virus (singular), ni de un solo ser vivo ¿verdad? Un virus, en genérico, que afecta a otros seres vivos, nosotros, los seres humanos. ¿Cómo podría existir otra posibilidad de frenar el avance del SARS-CoV-2 si no es entre todos?

La Gran historia nos enseña que no puede ser de otra manera. Hace 66 millones de años la biosfera sufrió un gran golpe, mucho mayor que este que nos toca sufrir ahora. Los dinosaurios no pudieron hacer ninguna campaña para ponerle frente a los efectos del impacto meteorítico que acabó con la habitabilidad de su mundo y, en su mayoría, se extinguieron. Extinciones como esta ha habido tantas como los dedos de una mano en la historia de la vida, pero esta de los dinosaurios es la que nos suena a todos, la que tiene mayor impacto mediático€ Es bien conocido cómo los mamíferos de la época, los pequeños roedores, aprovecharon la ocasión y el nicho ecológico que dejaron los dinosaurios y, gracias a ello, la evolución ha hecho que, en unos pocos millones de años, estemos nosotros ahora aquí enfrentándonos a nuestro propio meteorito, esta vez, en forma de virus.

La "Gran historia" también nos desvela por qué podemos hacer frente unidos a problemas que nos afectan como especie y los dinosaurios no: el aprendizaje colectivo. No es que nuestra especie pueda fabricar herramientas o vivir en sociedad, otros animales lo hacen, no es que podamos comunicarnos incluso a distancia, hasta las plantas lo hacen. Sin embargo,s la información acumulada generación tras generación de manera "extra-genética", es lo que ha permitido que los seres humanos, en un periodo de tiempo insignificante en la escala de la evolución, hayamos podido adaptarnos a todos los ambientes terrestres. Si no fuera así, es difícil que el SARS-CoV-2 o cualquier otro virus se hubiese convertido en pandemia, podría ser, pero de una manera mucho más lenta y probablemente localizada.

Gracias a la "Gran historia" podemos también entender por qué todo ha ido tan rápido y de manera global.

Es muy fácil entender cuando empezó todo a ir más deprisa. Desde la segunda mitad del siglo XX todos los gráficos de varios índices de desarrollo humano nos muestran un aumento vertiginoso de sus tendencias. Pero todo comenzó antes, en la revolución industrial. Los seres humanos, como todos los seres vivos, necesitamos energía del medio para mantener nuestras estructuras vitales. Las primeras sociedades, de cazadores-recolectores, apenas consumían la energía necesaria para poder mantener sus metabolismos en marcha. Con la agricultura, la cantidad de consumo energético cambia. Con la acumulación de excedentes, nuestra sociedad se vuelve más compleja, y las demandas energéticas para mantener esa complejidad también aumentan, ya no es solo una cuestión metabólica. Pero el gran cambio se produjo con la sociedad industrial.

El gran cambio se produjo con la sociedad industrial: Por primera vez en la historia de la Tierra, una especie es capaz de utilizar la energía que había sido acumulada en el interior de la litosfera por la acumulación de materia orgánica procedente de organismos vivos y almacenada y transformada posteriormente por los procesos geológicos en forma de carbón y petróleo

Por primera vez en la historia de la Tierra, una especie es capaz de utilizar la energía que había sido acumulada en el interior de la litosfera por la acumulación de materia orgánica procedente de organismos vivos y almacenada y transformada posteriormente por los procesos geológicos en forma de carbón y petróleo. En pocas decenas de años, aún un periodo de tiempo menor que los mencionados antes, hemos, literalmente, quemado toda esa energía, de tal manera que, de media, actualmente, un ser humano en una sociedad industrializada necesita 100 veces más kilocalorías (sí, hay que multiplicar por 100) que una persona de una sociedad cazadora-recolectora. Es fácil entender entonces, si disponemos de toda esa energía, por qué todo va más rápido cada vez. A esto lo llamamos "la gran aceleración".

Sin olvidar que la quema de esos combustibles fósiles, a esa gran velocidad, está afectando a las propias condiciones de habitabilidad de nuestra especie, tema que estos días está siendo considerado en paralelo al de la pandemia, y no es casualidad, vamos a ver cómo la Gran Historia también nos explica la segunda parte del problema, los efectos globales.

El premio Nobel de la Paz y primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha dicho: "Si el Covid-19 no es parado en África, volverá para alcanzarnos a todos". Para mí no es un mal augurio ni una amenaza, es una realidad visible si entiendes la "Gran historia

La globalización y los efectos globales de las actividades antrópicas comenzaron con los primeros viajes de portugueses y españoles alrededor del mundo: intercambio de productos agrícolas, especies animales y vegetales y, también, enfermedades, otros virus y las pandemias. En el momento actual solemos entender otra cosa cuando oímos la palabra globalización: pensamos en internet, en redes sociales, en niños africanos jugando al fútbol con latas de Coca-cola€ pero esa conexión global comenzó hace más de 500 años y también, como todo, se ha acelerado y se ha ido volviendo cada vez más complicada.

Con esta visión que nos ofrece la Gran historia para mí es fácil entender que la única solución es trabajar todos unidos, pero, hablando de esos niños en África, ¿vamos a mantener esa visión cuando el virus llegue allí? ¿o ya no nos toca? La respuesta es fácil, lo difícil será mantener la actitud.

El premio Nobel de la Paz y primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, lo expresó claramente en una reciente entrevista para el "Financial Times": "Si el Covid-19 no es parado en África, volverá para alcanzarnos a todos". Para mí no es un mal augurio ni una amenaza, es una realidad visible si entiendes la "Gran historia". Así que sigo pensando€ ¿qué puedo hacer yo ante esta situación? De momento, quedarme en casa y seguir trabajando. Y ahora que nos van desconfinando recordar siempre la importancia de las acciones individuales en este mundo global y la visión de nuestra "Gran historia".

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