Muchos de ustedes habrán oído hablar del Espacio Europeo de Educación Superior como un territorio común de formación universitaria en el que existiría un reconocimiento de los diferentes títulos universitarios, a través de la armonización de los diferentes sistemas educativos. En este espacio se favorece la movilidad de profesores y estudiantes mediante los programas Erasmus y otras convocatorias. Sin embargo, es menos conocido el objetivo europeo de crear un Espacio Europeo de Investigación, a pesar de que forma parte también de los aspectos fundacionales de la UE. En efecto, el art. 179 del TFUE establece que la UE realizara? un espacio europeo de investigación en el que los investigadores, los conocimientos científicos y las tecnologías circulen libremente, y favorecerá el desarrollo de su competitividad, incluida la de su industria, así como fomentará las acciones de investigación que se consideren necesarias.
Para la consecución de los mencionados objetivos, la Unión realiza diversas acciones, que, a su vez, completan las que puedan realizar los Estados miembros, y de las que quería destacar en este artículo dos de ellas: la ejecución de programas de investigación y de desarrollo tecnológico y el estímulo a la formación y a la movilidad de los investigadores de la Unión.
El Parlamento Europeo y el Consejo, son los que establecen un programa marco plurianual que incluye el conjunto de las acciones de la Unión en materia de investigación. Es lo que conocemos como programa Marco de investigación, y dentro del cual se incluyen las diferentes convocatorias para financiar proyectos europeos. Hasta ahora, la UE ha elaborado siete programas marco de investigación, siendo Horizonte 2020 el octavo Programa Marco que abarcaba hasta este año, y que será reemplazado por el denominado Horizonte Europa.
La consecución de proyectos europeos no es sólo importantísimo para la financiación de la investigación de mayor coste o más compleja de los grupos de investigación europeos, sino que también lo es para los propios Estados miembros, que necesitan obtener el retorno de la financiación con la que contribuyen al Fondo europeo de investigación. Para las Universidades españolas, que han visto reducidos los créditos presupuestarios dedicados a la investigación desde la crisis de 2008 sin que se hayan recuperado todavía, es vital poder conseguir esta financiación europea.
Pues bien, en el complejísimo y difícil camino hasta obtener uno de estos proyectos, los evaluadores tienen en cuenta, dado que con cargo a esos proyectos se financian contratos de investigadores, que la Universidad cumpla con la Carta Europea del investigador y el Código de Conducta en materia de contratación de investigadores. El objetivo de la Carta Europea del Investigador es garantizar que la naturaleza de la relación entre los investigadores y las universidades propicie la generación, transferencia, distribución y difusión de conocimientos y avances tecnológicos, así como el desarrollo profesional de los investigadores. Asimismo, la Carta reconoce el valor de todas las formas de movilidad como medio para ampliar el desarrollo profesional de los investigadores. La Carta tiene carácter de recomendación, por tanto según el Derecho de la UE es un acto jurídico no obligatorios que sugiere a sus destinatarios un determinado comportamiento. La Carta tiene como destinatarios a todos los investigadores de la Unión Europea en cualquier etapa de sus carreras y cubre todos los campos de la investigación en los sectores público y privado.
La Carta contiene 40 principios que definen las responsabilidades y los derechos de los investigadores, así como de las entidades que los emplean y financian. Estos principios están agrupados en 4 categorías: Contratación abierta, transparente y basada en méritos. Aspectos éticos y profesionales. Condiciones de trabajo y seguridad social y Formación y desarrollo de la carrera.
Por eso me parece tan importante que la UA haya obtenido el sello de HRS4R (Human Resources Strategy Researchers), porque supone un reconocimiento a su adhesión al cumplimiento de la Carta Europea y Código de Conducta, lo que nos permitirá una mejor posición en la obtención de proyectos europeos y atracción de talento, pero sobre todo porque entre todos con su implantación conseguiremos que la carrera investigadora y el espacio europeo sean un entorno atractivo dónde desarrollar la función imprescindible de la investigación.
