La presentación del Sistema de Alerta Temprana del virus SARS COV-2 desarrollada por Global Omnium ha provocado un impacto sin precedentes entre las autoridades sanitarias responsables de la lucha contra el mortífero virus en todo el mundo. Su fiabilidad, avalada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC), su escalabilidad -desde el control de un edificio al de metrópolis enteras- y su potencial para diagnosticar de forma indirecta y prácticamente en tiempo real el impacto de la pandemia en los núcleos urbanos convierte al SARS GO-Analytics en un instrumento formidable para la lucha contra el virus.

El sistema desarrollado por Global Omnium sitúa geográficamente los focos de la pandemia y mide su virulencia cuantificando los rastros genéticos que deja el virus (ARN) en el agua residual incluso antes de que aparezcan en el enfermo los primeros síntomas, cuando los portadores pueden estar contagiando a decenas de personas ajenos al drama que están generando.

La vigilancia preventiva ejercida por los centros de Atención Primaria y la monitorización de las aguas residuales con herramientas como el SARS GO-Analytics son elementos esenciales para conocer el alcance real de la pandemia y anticipar los nuevos rebrotes que las autoridades sanitarias dan prácticamente por seguros.

En este contexto, una prestigiosa revista científica aseguraba hace unos días que «más de una docena» de grupos de investigación «de todo el mundo» habían comenzado a analizar aguas residuales para determinar el nivel de presencia del COVID-19 entre la población. Probablemente la revista se quedaba corta, muy corta. Solo en España han surgido casi una docena de universidades y centros de investigación que también buscan el virus en las aguas residuales mediante análisis cualitativos.

Quizá llegados a este punto sea procedente explicar por qué Global Omnium comenzó a buscar el virus (obviamente no éste, que no se había convertido todavía en zoonosis) en 2017, dos años antes de que el pasado diciembre se materializara la amenaza en Wuhan.

Hace unos meses, Global Omnium decidió iniciar un proceso interno para alinear su actividad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuir al cumplimiento de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El primer paso fue identificar aquellas acciones en las que Global Omnium ya contribuía a las metas marcadas en los 17 ODS. En una primera aproximación llamaba la atención la apuesta por la innovación, presente en el ODS9 (Industria, Innovación e Infraestructura), y la ingente cantidad de acuerdos y convenios de colaboración en los más diversos campos que Global Omnium y sus empresas mantienen con otras empresas e instituciones y que constituyen, con claridad, alianzas para lograr los objetivos de la Agenda 2030 enmarcables en el ODS17.

El vínculo con la innovación y su búsqueda a través de la investigación, tan presente en Global Omnium ahora, se intensifica hace algo más de una década con el proceso de digitalización en la compañía que la ha convertido en un referente internacional en el sector del agua y la transformación digital. La creación de nuevas áreas de negocio surgidas de la innovación como GO-Aigua, ahora Idrica, o la inversión al servicio del conocimiento y las nuevas tecnologías en los Go.-Hub de Valencia, Sevilla y Barcelona acreditan la vigencia de ese estrecho vínculo.

A modo de ejemplo, el departamento de I+D+i de Global Omnium participaba en 2019 en cuatro proyectos de investigación europeos y en una veintena de investigaciones en colaboración con universidades y centros nacionales. Global Omnium pasó de gestionar 2 proyectos en 2010 a participar en más de una veintena en 2019, a los que cabría añadir un número similar de proyectos de investigación en conservación marina que se financian desde el Oceanogràfic.

En ese «ecosistema» empresarial o caldo de cultivo -volvemos a los virus- surge en octubre de 2017 la oportunidad de que Gamaser, el laboratorio de Global Omnium, firme un acuerdo con el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC) para la «detección de virus infecciosos (NoV GI, NoV GII y HAV en aguas residuales y regeneradas».

El objetivo del convenio era desarrollar y validar una metodología propia de ensayo y formar al personal del laboratorio en la detección de los norovirus humanos, responsables de la gastroenteritis (NoV) y del virus de la hepatitis (HAV). No existía, ni existe todavía, legislación que obligue a ampliar los controles sobre la presencia de este tipo de patógenos en las aguas residuales, pero la compañía se adelantó en el desarrollo de una metodología propia, del mismo modo que lo hizo ese mismo año en la detección de la legionella mediante el empleo de los ahora famosos PCR, que acortaban el proceso a 24 horas frente a los métodos tradicionales que se prolongaban entre 10 y 15 días. Pura innovación.

La experiencia adquirida y la permanente voluntad de innovar hicieron que el pasado marzo, ya con el coronavirus extendido por casi todo el planeta, la compañía adaptara sus conocimientos y capacidades a la nueva amenaza. En colaboración con el IATA-CSIC validó con éxito la metodología desarrollada anteriormente para los norovirus y el virus de la hepatitis en su aplicación para el COVID-19. Como resultado, Global Omnium dispone de un laboratorio de gran capacidad como Gamaser y de personal formado para procesar centenares de muestras. La compañía valenciana no sale ahora, sin más, «a buscar el virus» en las aguas residuales. Ya sabe cómo encontrarlo y, lo que es más importante, cómo medir su presencia en la población mediante el conteo de las unidades genéticas del SARS COV-2 presentes en cada litro de agua.

La realización de análiticas solo es el paso inicial que Global Omnium enriquece con el procesamiento de los datos y las herramientas de gestión desarrolladas por la compañía en los últimos años. El conocimiento de las redes de saneamiento, la georreferenciación, la monitorización en tiempo real de los consumos y vertidos o la utilización de algoritmos en el proceso de los datos obtenidos ofrece información de valor añadido que será determinante para la toma de decisiones en la lucha contra la pandemia.

Global Omnium ha iniciado en Valencia y otras poblaciones de la Comunidad Valenciana la implantación de su Sistema de Alerta Temprana mientras la compañía ofrece su desarrollo tecnológico para liderar un sistema de monitorización del COVID-19 en todo el ámbito nacional.