De los dos Gobiernos de Rodríguez Zapatero se pueden destacar cuatro decisiones trascendentales, dos malas y dos buenas. Entre las malas debemos destacar su empeño en negar la crisis económica mundial del año 2008 que terminó con la ruina de España y en una amenaza de rescate por Europa. Cuando se vio perdido convocó elecciones y se marchó. Naturalmente después vinieron los recortes obligados por Europa y el paro, pero le echaron las culpas al PP y a otra cosa. Su otro error fue la ley de Memoria Histórica, gracias a la cual terminó el consenso entre los españoles y abrió permanentemente las dos Españas que anunciaba Machado.

Entre sus aciertos cabe destacar el final de ETA que esperamos algún día se nos expliquen las negociaciones hasta llegar a dicho acuerdo y finalmente el otro acierto fue la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Desde entonces los hemos visto en toda clase de acontecimientos con una respuesta totalmente exitosa. Incendios forestales, explosiones de fábricas, inundaciones, corrimientos de tierras o finalmente la epidemia del coronavirus. Cuando una situación parece superar los medios habituales, se requiere a la UME, que responde en silencio con toda la disciplina y actividad posibles, hasta que se resuelve el problema. Entonces se van en silencio sin esperar ni la menor prueba de agradecimiento por su abnegado trabajo, que hemos visto brillar en esta pandemia como en ningún otro caso. En los momentos más difíciles se les requirió y su respuesta fue perfecta. Aparecieron con sus equipos de protección personal, sus desinfectantes y sus máquinas para dar una lección de eficacia, desinfectando más de 5.000 residencias de mayores, estaciones, calles, buses, montando hospitales de campaña, clínicas etc. de tal modo que sin ellos la cifra de afectados y fallecidos habría sido el doble.

Lo que mas me sorprende de la UME es su preparación. Porque lo mismo sirven para montar un puente, que para fabricar un hospital o apagar un incendio forestal. Para todo tienen equipos y soluciones, lo que habla muy en favor de sus mandos por aprovechar los días de descanso para preparar a los soldados en las distintas actividades a las que pueden ser destinados.

Porque, ¿de dónde sacaron sus equipos de protección personal, sus desinfectantes y sus máquinas para desinfectar calles, plazas y oficinas? De su previsión.

Un amigo me decía que solo hay en España dos instituciones que lo tienen todo previsto: La Iglesia y el Ejército. Y se ha visto que es cierto. Me acuerdo del fallecimiento del Arzobispo de Valencia en accidente de carretera y de como en un día se improvisó su funeral al que asistieron más de 50 obispos, cuatro cardenales y la correspondiente representación pública y todo se desarrolló perfectamente

Gracias a la UME se ha podido controlar esta catástrofe, de modo que hasta los catalanes, tan poco militaristas los han llamado y acogido. Por algo será.

Como resumen solo quiero decir que cuentan con todo nuestro agradecimiento y que todas las poblaciones que han recibido su importante ayuda tienen la obligación moral de dedicarles una calle como muestra de agradecimiento. Lo harán o no lo harán, pero el que no lo hiciere es evidente que se la debe.