Veremos en qué queda la derogación de la reforma laboral pactada entre el Gobierno, Unidas Podemos y Bildu.

Por una razón muy sencilla: porque Bruselas no va a aceptar ningún cambio en la reforma laboral y menos aún una derogación de la misma.

Pero el Gobierno trabaja para seguir en el poder que no en gobernar, que es muy distinto.

No tenía ningún sentido que Sánchez buscara el apoyo de los batasunos, teniendo asegurada la prórroga del estado de alarma con los votos de PNV y Ciudadanos.

¿Por qué echó mano entonces de esos votos? La fragilidad del Gobierno le lleva a ir pactando cada una de las medidas que toma, sometido continuamente al chantaje de los independentistas. Los nacionalistas saben perfectamente que sin sus votos no hay gobierno que valga. Detrás de cada sí, hay una contrapartida, sabedores como lo son, el Gobierno me refiero, de que muchas de estas medidas no se van a poder llevar a la práctica, pero mientras tanto Sánchez gana tiempo y sigue en el poder, que es lo único que le importa.

Los PGE, todavía estamos con los de Montoro, que tan malos y antisociales le parecían a Sánchez, requerirán no solo una mayoría parlamentaria para sacarlos adelante, que posiblemente salga con los votos de los socios del Gobierno, sino del visto bueno de Bruselas, que finalmente es quien manda y pone la pasta.

Y con un país prácticamente en quiebra económica como es España, si el dinero no lo pone Bruselas, ya me dirán ustedes quién lo pone.

El Gobierno ha anunciado una serie de ayudas económicas, la última para el sector del automóvil, que busca incentivar la compra de vehículos, tras la brutal caída de las ventas como consecuencia de la COVID 19.

Todos los días oímos hablar al Gobierno de un montón de dinero que quieren destinar a distintos sectores. La pregunta es: ¿Dónde está todo ese dinero del que hablan? Porque de momento son cifras sin contraprestación económica. Y lo más importante ¿De dónde piensan sacarlo? Desde Unidas Podemos apuestan por una gran subida de impuestos, que es todo lo contrario de lo que se debería hacer en estos momentos.

Y Bruselas desconfía mucho de un vicepresidente como Pablo Iglesias que sigue empeñado en sacar adelante su programa electoral, no solo el acuerdo de Gobierno con Pedro Sánchez sino sus propias iniciativas, como si del presidente del Gobierno se tratara. En estos momentos la única voz que se escucha dentro del Gobierno es la de Pablo Iglesias.