Es evidente que Levante-EMV está insistiendo en sus publicaciones sobre El Cabanyal, con diferentes puntos de vista sobre el mismo tema. Solo recientemente, el 27 de mayo, «Enhorabuena al Cabanyal»; el 12 de junio la edil y vicealcaldesa afirma «Se ha salvado el Cabanyal-Canyamelar» y en la misma fecha, edición digital, Josep Bartual recoge unas declaraciones de la citada Sandra Gómez, expresando que el Ayuntamiento saldará otra deuda histórica con el Cabanyal, refiriéndose sin duda a lo que Levante-EMV, el día 13, titula «Las antiguas casitas de pescadores serán propiedad de las familias» (se entiende que se refiere a quienes las han poseído ancestralmente). El mismo día 13, firmado por Hortensia García, reconocida espe- cialista en temas de El Cabanyal, publica «El malecón perdido de Valencia», el Ayuntamiento recorta alturas en el paseo marí- timo y protege las últimas villas de Euge-nia Viñes. Excelente y documentado artí-culo sobre los alrededores del Balneario Las Arenas, describiendo las residencias veraniegas construidas a principios del si-glo XX, emulando el famoso malecón de La Habana, Cuba, para los baños de mar de aquella época, en edificios de renombrados arquitectos como Demetrio Ribes y con diferentes estilos.

Las anteriores publicaciones sobre el Cabanyal y el mismo Plan Especial del Ca-banyal, me obligan a resaltar que existen algunas variaciones sobre el PEC que intentaré puntualizar. Que El Cabanyal se ha salvado y es preciso darnos la enhorabuena es evidente, si tenemos en cuenta lo que pretendía el PEPRI del Cabanyal, del Partido Popular, destrozando El Cabanyal, con su pretendida prolongación de Blasco Ibañez.

Como nobleza obliga, hay que reconocer que el denostado PEPRI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior) del Cabanyal -que también incluía el Canyame- lar y el Cap de França-, realmente solo destrozaba la zona específica de El Cabanyal por su proyecto de avenida con cincuenta metro de calzada, más otros cincuenta metros a cada lado para derribar viviendas y construir nuevas, de tipología, alturas, etc., diferentes (o sea ciento cincuenta metros totales de destrucción), por pura y dura especulación.

Precisamente por eso ha sido conocida por el único nombre de «Plan del Caban-yal» y prácticamente todas las numerosas publicaciones sobre esta cuestión se refieren a El Cabanyal, olvidando El Canyamelar y El Cap de França, puesto que en estas últimas partes no se preveían destrozos sino protección en alturas, fachadas, etc.: empleando sus propias palabras pretendía «repristinar»el barrio, o sea, «volver a sus orígenes».

Reitero que lo destinado a la piqueta del Partido Popular era lo que se conoce como «zona cero», incluído el inexplicable Bulevar San Pedro, con el derribo de «La Casa de la Palmera» tan querida por los cabanyaleros; muchísimas edificaciones de los números impares, el espléndido miramar de la calle Escalante/Plaza Don Lorenzo de la Flor, asimismo ignominiosamente derruido, amén de más derribos dejando inmundos solares en calles Escalante, J. Benlliure, Padre Luis Navarro, Progreso, Barraca, etc.

Quiero decir que el PEPRI abarcaba todo El Canyamelar, El Cabanyal y El Cap de França, destruyendo además el Bloque de Portuarios, la Casa de els Bous, la incomparable Lonja de pescadores, Pavimar, etc. para llegar hasta el mar. Y todo esto es lo que se ha salvado.

Cuestión distinta es lo que asimismo abarca el PEC, desde jardines de Doctor Lluch, Bloques de Portuarios, El Clot, Pavimar, Eugenia Viñes y demás, hasta el mismo paseo marítimo e incluso la playa que, realmente, es lo que ahora es objeto de estudio y discusión, con la segunda revisión que pone en marcha ahora el Ayuntamiento de Valencia bajo la batuta de la vicealcaldesa Sandra Gómez, conocida vecina del barrio.

Ojalá que se solucionen todos los problemas y disparidad de criterios que puedan surgir, que cada uno ceda algo, que se unifiquen criterios, que definitivamente se apruebe y, lo que es importante para los vecinos : que no se convierta en una historia interminable y se lleve a cabo el Plan Especial del Cabanyal ¡¡ya!!