A nadie se le escapa que vienen tiempos muy difíciles en lo sanitario, con un más que probable rebrote de la pandemia, en lo social porque mucha gente se ha quedado sin trabajo y muchas empresas se van a ver obligadas a cerrar y en lo económico porque la crisis que se avecina no tiene precedentes y afecta a todos los sectores de la economía sin excepción.

El Gobierno habla de inyectar dinero a la economía, pero el problema es que no hay dinero. Las ayudas, si vienen, vendrán de Bruselas que nos va a exigir un plan económico condicionado a esas ayudas que, sin duda, van a acarrear recortes y aunque la UE abra la mano en cuanto al déficit y a la deuda pública, permitiendo cierta flexibilidad, van a ser rigurosos en otras cuestiones.

Las previsiones que ha hecho el FMI dejan muy tocada a la economía española. La peor parada junto a Italia con una caída del PIB del 13% y una deuda pública del 123%. Un país quebrado a punto de ser rescatado. Esta es la radiografía de España.

La crisis de 2008 que obligó a aplicar enormes recortes sociales no es nada comparada con la crisis que se avecina a escala mundial.

La OMS ya están advirtiendo de un elevado riesgo de nuevos contagios, que de hecho en España ya se están produciendo. Hoy mismo se han detectado cerca de 200 nuevos casos en la peor cifra de las últimas tres semanas. A pesar de todas estas advertencias, el Gobierno ha abierto sus fronteras sin ningún tipo de control, con lo cual los casos importados pueden dispararse. Lo vamos a ver por desgracia en las próximas semanas con un aumento de los contagios porque muchas personas ya dan por hecho que el virus ha desaparecido y no hacen ningún caso a las medidas de distanciamiento social y al uso de mascarillas.

No es descartable un nuevo estado de alarma y volver al confinamiento si repuntan los casos.

Mientras tanto, la clase política sigue a la suya, sin buscar ningún tipo de acuerdo, echándose la culpa de los muertos unos a otros, cuando la realidad obliga a buscar el consenso entre todas las fuerzas políticas para afrontar la crisis.