La patronal, en la reciente cumbre empresarial clausurada por Felipe VI, ha puesto sobre la mesa sus reivindicaciones, las de siempre. Recetas para salir de la crisis, basada en teorías y paradigmas neoliberales: mantenimiento de la reforma del mercado laboral, rebajas en las cotizaciones sociales, modelos de gestión privada de los servicios públicos, nada de reforma fiscal, apoyo al turismo de masas (€.). Nos dicen que éstas son las condiciones para que se puedan mantener y crear empleos. A la vista de sus exigencias plantean puestos de trabajo precarios y con pocos derechos, que además de no proporcionar una vida digna a los trabajadores, no contienen los requisitos que son necesarios de cara al tránsito a una estructura productiva que aporte mayor valor añadido. No se puede abandonar al sector turístico, pero hay que exigirle salarios y condiciones de trabajo de calidad. Las estrategias de recuperación basadas en la especulación urbanística y el turismo de masas tienen poco recorrido.

El informe FEDEA del Grupo de Trabajo Mixto Covid -19 propone medidas de apoyo en ciertos sectores clave por sus componentes tecnológicos y capaces de generar empleo: El sector inmobiliario y la construcción, el sector de la automoción y las TIC. Medidas relacionadas con la transición energética a las renovables y el freno a las emisiones de dióxido de carbono, la movilidad sostenible, la inversión viable en términos de ahorro energético en la reforma de viviendas,

Por su parte los sindicatos UGT y CCOO se han decantado por un cambio en el modelo de crecimiento y han apoyado la prórroga de los ERTE, pero todavía no conocemos con claridad ¿cuáles son sus planteamientos para defender un empleo estable con derechos?, ¿qué estatuto de los trabajadores quieren?, ¿qué plantean para las empresas en crisis y en que condiciones se les ayuda?,€ ¿Cómo hacer frente a las consecuencias de la pandemia? Hay que decir, que ya se han producido las primeras movilizaciones de los trabajadores de NISAN y ALCOA para defender sus puestos de trabajo y buscando el apoyo del gobierno y de la población a sus demandas.

Lo que hemos vivido de legislatura demuestra que la estabilidad y el éxito del gobierno está condicionado a la habilidad que tenga el Partido Socialista, para mantener los votos que le posibilitaron, primero, la moción de censura, apoyada por una amplia movilización sociopolítica contra los recortes sociales y las reformas autoritarias de Gobierno de Rajoy, - Moción de censura refrendada en los dos procesos electorales de 2019- y, después, la conformación del gobierno de coalición PSOE-UNIDAS PODEMOS.

El siguiente obstáculo por superar será la aprobación de los presupuestos de la recuperación, en un contexto en el que la grave crisis del sistema capitalista a nivel mundial se superpone a la crisis territorial en España.

El procés, tras la sentencia del tribunal constitucional contra el estatuto aprobado tanto en el Parlament Catalán como en Cortes Generales y refrendado por los ciudadanos de Cataluña, puso de manifiesto que esta nacionalidad no cabe en la constitución monárquica del 78. La existencia de presos independentistas aviva el conflicto y obstaculiza una salida negociada y democrática a la crisis territorial. Las exigencias de un referéndum de autodeterminación pactado, por parte del nacionalismo catalán, no son pasajeras y no caben en la constitución monárquica.

Por otra parte, las actuaciones del Tte. General de la guardia civil Pérez de los Cobos, respecto al delegado del Gobierno en Madrid, ponen en evidencia la poca fiabilidad y objetividad de sus declaraciones en los juicios del procés y son un punto más de apoyo a las exigencias de libertad para los presos independentistas. En esta situación, es evidente que la mesa de negociación acordada para facilitar el gobierno de coalición progresista sigue teniendo un papel central para sacar adelante unos presupuestos. No se puede gobernar España contra o prescindiendo de Cataluña, donde los partidos nacionalistas son reiteradamente mayoritarios y en las próximas elecciones se prevé un refuerzo de la mayoría independentista, sea cual sea su composición.

No es posible servir a dos amos a la vez, los partidos nacionalistas periféricos y Ciudadanos son incompatibles. O se avanza hacia un Estado federal o hacia un estado autoritario centralista.

Se hace preciso abrir la discusión sobre el modelo de Estado. Los socialistas somos de tradición republicana desde nuestra fundación, que es la fórmula más racional y la que mejor se adapta a los principios democráticos. Estamos por un pacto federal de las distintas nacionalidades que conforman España, como la mejor manera de garantizar la solidaridad y la unidad de los trabajadores, el autogobierno y las libertades políticas y sindicales de los ciudadanos. Estamos a favor del reparto de la riqueza y por mejorar las condiciones materiales de los trabajadores. Revindicamos el socialismo democrático como forma de acabar con las relaciones de explotación.

Con todo, hay que constatar que la crisis del sistema capitalista a nivel mundial es muy profunda. El empobrecimiento será generalizado y el Reino de España se sitúa entre los países del G20, que más pueden verse afectados por esta crisis. En consecuencia, vamos a necesitar más servicios públicos y de mayor calidad. Más educación, más sanidad, más empleo público, más cotizaciones y prestaciones sociales y una mejor distribución de la renta y la riqueza y, por descontado, una reforma fiscal progresista para que contribuyan más los que más tienen.

Pero para mantener y consolidar un pacto de legislatura es necesario un proyecto político, sólido y claro que refuerce la sanidad y la educación públicas, garantice la protección social y se implemente a través de la cooperación y la cogestión con los gobiernos autonómicos y locales, ampliando el marco de las libertades políticas y sindicales.