Por desgracia para el valencianismo el tiempo da y quita razones, y en este caso la gestión de Peter Lim está reforzando los sólidos argumentos de los que pusimos la pica en Flandes avisando de las intenciones del hijo del pescador singapurense.

Desde que los de power y los del point abrieron la puerta de Troya para que Lim y Mendes se hicieran con el castillo valencianista sin resistencia, los aficionados del Valencia CF, los accionistas, los abonados, los peñistas, los valencianos, los medios de comunicación, los directivos de las entidades financieras y los dirigentes políticos de nuestra Comunidad, hemos tenido que soportar los continuos desprecios, desplantes, autoritarismos e incumplimientos, de un señor que se acaba de autoproclamar propietario del club, cuando simplemente es su máximo accionista.

Peter Lim debe aprender a respetarnos a todos, pero para eso todos los colectivos citados debemos aprender a luchar por nuestra propia dignidad. Es increíble que un señor que no ha cumplido nada, encima envíe mensajes a través de su niña malcriada diciéndonos que el cortijo es suyo y que hace lo que le sale de las narices. Pero más increíble es que la banca le aguante refinanciarle sus impagos, cuando a cualquier españolito le tocaría pagar o salir de su casa. Pero más increíble es ver cómo los dirigentes políticos no hacen nada ante un ATE incumplida y un estadio sin terminar, algo que incumple claramente las condiciones de la venta de acciones, que cabe recordar que se hizo con dinero de un banco recuperado con dinero público y con el beneplácito del gobierno autonómico de aquel momento. Pero más increíble es ver cómo estos dirigentes políticos soportan que les esté vacilando un señor que tiene a la empresa propietaria del club en un paraíso fiscal, con accionistas desconocidos, sin ningún patrimonio que avale la creciente deuda del club y con una trama de movimiento de dinero futbolero de la tienda de Mendes que ya ha sido denunciado en la justicia de varios países europeos. Pero más increíble es ver a dirigentes de pequeños accionistas y peñas callados ante los atropellos y tropelías que comente Murthy y su gente cada día, mientras que en otras épocas han sido críticos hasta por un paquete de entradas para el trofeo Naranja. Pero más increíble es ver la falta de solidaridad entre los medios de comunicación que ven cómo día a día se cercena la libertad de información desde Singapur, sin darse cuenta que la cuerda algún día les apretará a ellos.

Pero sin duda lo más increíble es ver cómo un señor que ha convertido el Valencia CF en la mayor tienda de jugadores de Europa, está a punto de colapsarlo económicamente, socialmente y deportivamente, y de todo ello serán responsables los propietarios de Meriton y los palmeros de Valencia. Peter Lim es el máximo accionista del club, no es el propietario de la entidad ni nunca conseguirá comprar el sentiment. El papel que más le gusta es el de señor feudal, que amasó su riqueza moviendo dinero chino y obligando a trabajar a niños en sus negocios de aceite de palma, y que ahora, cuando se está arruinando en bolsa, a lo único que aspira con el Valencia CF es mantener el ritmo de compras de jugadores de Mendes a precios desorbitados.

Valencianistas, valencianos, políticos y periodistas de la terreta, el Valencia CF sólo tiene una solución, y como siempre nadie vendrá a ayudarnos. Las acciones de Lim hoy valen menos de 30 millones de euros. Recuperemos el club. Es posible.