Oceana reclama medidas legales ambiciosas para proteger los mares españoles de la plaga de los plásticos de un solo uso. En su aportación a la consulta pública del Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, la organización reclama medidas como prohibir la suelta de globos, eliminar vasos y recipientes desechables de determinados entornos, promover sistemas de retorno y aplicar un impuesto finalista al plástico de un solo uso. La ley que saldrá de este proceso consultivo será la pieza clave para la transposición de la Directiva 2019/904 de la Unión Europea (UE), que prohibirá productos como cubiertos, platos, pajitas, agitadores de bebidas y palitos de globos a partir de 2021. La directora de la Campaña de Plásticos de Oceana en Europa, Natividad Sánchez, afirma que «con más de 1 millón de kilómetros cuadrados, España es el segundo país con mayor superficie marina de la UE y el que más plástico vierte al mar: 126 toneladas diarias. La Ley de Residuos no puede pasar de puntillas sobre esto. Los plásticos de un solo uso son un problema creciente y necesitamos una ley ambiciosa, que vaya más allá de los mínimos marcados por la UE. Nuestros mares se ahogan en plástico».

Entre las peticiones de Oceana destacan; Incluir objetivos de reducción para toallitas en la norma, y acabar con las anillas de plástico de los packs de bebidas. Prohibir la suelta de globos, ya que constituyen el residuo plástico más mortífero para aves, tortugas y cetáceos; Eliminar el uso de vasos y recipientes de comida desechables dentro de edificios de la Administración y de restaurantes y bares. Favorecer sistemas de depósito, devolución y retorno para ir eliminando su uso de otros entornos, tales como eventos al aire libre; Fijar objetivos en la comercialización de envases rellenables para que estos supongan, al menos, un 70% del mercado en 2025. Un estudio de Oceana señala que reducir un 10% las botellas de un solo uso de refrescos y agua reduciría en un 22% el número de botellas que llegan al mar; Introducir un impuesto especial que grave los productos plásticos de un solo uso, a excepción de los elementos de componente sanitario o de prevención para la salud. Esta medida obligaría a las empresas del sector a buscar alternativas más sostenibles. La recaudación debería destinarse a abordar el problema de la basura en ecosistemas de profundidad, financiar sistemas de retornables y promover medidas de concienciación.