Están siendo tiempos muy complicados y difíciles. Hemos sufrido el golpe más duro que nunca hubiéramos podido imaginar. Y el precio que estamos pagando está siendo muy alto: más de 28.000 compatriotas fallecidos en toda España, más de 1.470 de ellos en nuestra Comunitat.

Pese a ello, la sociedad valenciana y española ha sabido demostrar su fuerza, su entereza y su solidaridad. Entre todos y todas estamos doblegando la terrible pandemia y en ese logro, toda la ciudadanía ha ofrecido un ejemplo de responsabilidad y sentido del deber. Nunca estaremos suficientemente agradecidos a quienes, con tanto esfuerzo y dedicación lo han dado todo por cuidar de todas y todos. Tenemos la obligación moral de recordar la labor de sanitarios y sanitarias, de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en general, de todos aquellos trabajadores que, con su esfuerzo y empeño, han conseguido que estemos superando lo peor de esta pandemia.

En condiciones normales, deberíamos estar haciendo un balance de los primeros 100 días de la acción del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana. Y apelando al título de esta tribuna, debería ser el momento de invocar un nuevo tiempo de esperanza, para pasar de la zozobra a la confianza, del miedo a la ilusión, de un pasado lleno de sombras a un futuro de esperanza.

Como sociedad, nos hemos enfrentado a un desafío colosal e inédito en nuestra historia reciente. Y el Gobierno de España ha estado a la altura, comprometido con nuestra Comunitat y con el conjunto de España.

Así lo acredita el esfuerzo inversor del Gobierno de España con la Comunitat Valenciana. Fuentes independientes, como la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras de España (SEOPAN) cifran en más de 87 millones de euros el importe de las licitaciones en obra pública que ha realizado el Gobierno de España en la Comunitat Valenciana en el periodo de enero a abril de este año 2020, e implica no sólo triplicar las cifras del mismo periodo del año pasado sino situar a la Comunitat Valenciana en tercer lugar en el conjunto del estado.

El Gobierno de España también ha aprobado en este periodo el denominado Ingreso Mínimo Vital, una prestación económica no contributiva de la Seguridad Social que persigue reducir la pobreza, -en especial la pobreza infantil- y fomentar la inclusión social y que va a beneficiar aproximadamente a 100.000 familias valencianas y cerca de 280.000 personas. Representa un notable esfuerzo que, en términos presupuestarios, supera los 370 millones de euros.

De hecho, más de 9.200 hogares de nuestra Comunitat ya han cobrado el primer pago del Ingreso Mínimo Vital, beneficiando a 31.379 personas, de las que 14.289 son adultos y 17.090 menores.

Además, se han transferido 53 millones de euros a la administración autonómica valenciana para la ejecución de los programas de ayuda del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021y se ha abierto una Línea de Avales Arrendamiento, que permite que familias o personas en situación de vulnerabilidad a consecuencia del Covid-19 puedan beneficiarse de préstamos bancarios -avalados por el Estado-, para pagar puntualmente el alquiler de su vivienda habitual.

El Gobierno de España ha priorizado también la protección de trabajadores por cuenta ajena y autónomos. El pasado mes de mayo 648.442 trabajadores valencianos percibieron algún tipo de prestación social por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), por un importe total de 555 millones de euros, lo que supone el 10,1 % del total nacional.

Casi el 93% de las 180.000 solicitudes presentadas por trabajadores autónomos en nuestra comunidad autónoma solicitando la prestación por cese de actividad han sido resueltas favorablemente con un importe total de 110 millones de euros.

En dos sectores cruciales para la economía de la Comunitat Valenciana, como el turismo y la industria del automóvil, el Gobierno de España ha impulsado planes específicos que tendrán un impacto muy positivo para nuestro tejido empresarial, no sólo en términos de actividad sino de mantenimiento del empleo.

A esa finalidad obedece la apuesta por los avales ICO. Hasta el mes de junio, se habían aprobado más de 63.000 operaciones, que han beneficiado a 44.000 empresas valencianas, con un importe avalado superior a los 5.800 millones de euros.

Como afirmé en mi toma de posesión, El Gobierno de España trabaja decididamente en las cinco grandes transformaciones que necesita nuestro país: el crecimiento de la economía de manera robusta para generar empleo, el diálogo territorial con la modificación del modelo de financiación autonómica, la reducción de las desigualdades sociales, la plena igualdad de hombres y mujeres como eje vertebrador de toda acción política y, finalmente, la emergencia climática con una transición ecológica que sea justa.

Y ahora, más que nunca, debemos seguir trabajando en todas esas transformaciones. Como decía al principio, hemos recibido un golpe muy duro, inimaginable hace solo unos meses y ahora solo tenemos una opción: levantarnos con orgullo ciudadano y ganar el futuro.

Para alcanzar esos objetivos, el Gobierno de España está firmemente comprometido en colaborar con todas las instituciones, agentes sociales y económicos de nuestra comunidad para hacerlo posible.

En esa línea, es importante destacar que el Gobierno ha prorrogado hasta el próximo 30 de septiembre los beneficios y exoneraciones de los ERTES y las ayudas al colectivo de trabajadores autónomos. Porque ahora lo más importante, lo que debe unir a todos es alcanzar un gran pacto por la estabilidad en el empleo que garantice una salida de esta crisis lo más rápida, segura y estable para todos y todas.

Siempre he defendido el valor de la lealtad y la colaboración institucional para alcanzar fines compartidos. Y nada nos debe unir más que el común objetivo de la reconstrucción social y económica. Estoy convencida de que Generalitat, Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos, mancomunidades, sindicatos, organizaciones empresariales, sociales, vecinales y en general todo el tejido social estarán a la altura de lo que este desafío requiere. Es el momento e estar a la altura de una ciudadanía que exige de sus administraciones compromiso, acuerdo y diálogo para salir adelante, y hacerlo todas y todos unidos, sin dejar a nadie atrás.

Termino con una reflexión del presidente Kennedy: «Solo podemos tener confianza en el futuro si tenemos confianza en nosotros mismos». Ahora empieza, para todas y todos, un nuevo tiempo de esperanza.