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No nos olvidemos de las mujeres

La crisis de la pandemia desde una perspectiva de género

Decía Simone de Beauvoir que cualquier crisis política, económica o religiosa (y sanitaria, añadiría yo) sería excusa para que los derechos alcanzados por las mujeres fueran cuestionados, y exhortaba a permanecer atentas toda nuestra vida. Esto es algo que las feministas asumimos casi desde que nos ponemos las gafas violetas y vemos cómo se ha construido el mundo bajo un sistema patriarcal: toda la vida estaremos pendientes de que no se dé ni un paso atrás.

Por eso, en las actuales circunstancias de pandemia global, donde hemos reparado en que las desigualdades sociales son más profundas de lo que pensábamos, y donde la brecha entre ricos y pobres se acrecienta aún más, las feministas debemos insistir en la necesidad de no olvidar a las mujeres. Cualquier política que busque frenar la brecha económica y social debe tener en cuenta el impacto de género. Cualquier medida sanitaria o legal no puede obviar que existe una desigualdad por razón de sexo.

A nivel mundial, las mujeres son el 70% del personal en el ámbito sanitario y, como nos recuerda ONU Mujeres, son ellas las que asumen hasta tres veces más el trabajo de cuidados no remunerado. Son estos cuidados, precisamente, el eje central del debate de una pandemia que ha devuelto a la primera línea las profesiones dedicadas a los servicios como la limpieza, la atención en los supermercados, etc. Además, durante el estado de alarma se incrementaron hasta el un 60% las llamadas al teléfono 016 para atención a víctimas de violencia de género.

Estamos ante un presente desconocido al que vamos dando respuesta a medida que vamos conociendo más sobre un virus inédito, pero lo urgente no debe olvidar lo importante. Es fundamental que las medidas que se tomen y las políticas que se apliquen, tanto en el ámbito local como regional o estatal, tengan siempre presente que somos las mujeres las que partimos de una desigualdad estructural que no sólo no se ha ido, sino que encuentra en cualquier crisis un motivo más para hacernos a un lado y dejarnos como opción y no como urgencia. No nos olvidemos de las mujeres.

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