Hace ya algunos años que circula un «meme» protagonizado por Rambo en el que literalmente dice: «Fa molta calor, sempre ha segut igual, en hivern fa fred i en estiu fa calor i sempre ha segut igual». De igual modo recuerdo una entrevista a Manuel Toharia hace ya algunos años en los que un titular decía «Este verano hará mucho calor», pero cuando uno oía la entrevista completa la frase completa era hará mucho calor como todos los veranos. Hace casi 20 años que me dedico a hacer previsiones meteorológicas en Radio Alcoy y todos los veranos me preguntan en mayo o en junio si este verano va a hacer calor, lo que me obliga a responder: «pues sí, frío no hará». Otro clásico del «verano obvio» es la noticia, no siempre contrastada, en la que se auguran veranos tórridos para el 2020, para el 2050, para el 2100, con cifras concretas para capitales de provincia que todos el mundo reproduce automáticamente sin saber si el estudio concreto solo dice que es el escenario más pesimista o si es sólo una proyección, pero cuando uno oye o ve la noticia y está pasando calor se la cree a pies juntillas y siente aún más calor.

Las campañas de prevención de riesgos ante las altas temperaturas que dan consejos tales como no exponerse al sol, beber abundante agua y no hacer actividades físicas desmesuradas en los momentos de calor me producen sonrojo, al pensar en lo que pensarían mis mayores ante la necesidad de recordar semejantes obviedades. La siesta, la falta de actividad al centro del día en muchos lugares de España son adaptaciones ancestrales a este «curioso fenómeno» repetido del calor estival y debería regularse mucho mejor en la legislación laboral actual.

Curiosamente este año todo el mundo tenía un buen concepto del calor del verano porque confiaba en que se llevará por delante al virus, pero resulta que convenía no asegurar nada ante una enfermedad nueva de la que sigue sin saberse todo y lo estamos comprobando no ya aquí, sino en muchos lugares del mundo, asados a la vez por el calor y por el Covid 19. Por cierto, en muchas zonas del este el calor todavía no ha apretado y las tormentas están siendo más frecuentes, pero da igual, no nos debemos dejar «engañar» por los hechos si las creencias populares y las obviedades del verano se repiten todos los años.