La pandemia nos deja, este año, sin los conciertos de Vivers en la Fira de Juliol de València, lo cual, sin embargo, nos lleva a recordar a Loreena McKennitt, en su actuación del pasado año. Sus palabras nos abrieron 'El libro de los secretos' -una de sus grabaciones- afirmando que un buen viajero no tiene planes fijados ni trata de llegar a sitio alguno. En su travesía incorpora nuevos amigos y llega a descubrir destinos nunca jamás imaginados.

McKennitt, cantautora canadiense, se siente atraída, como tantos de nosotros, por el mundo fascinante del cruce de culturas y lleva su poesía y música, desde los verdes prados de Irlanda, hasta la siempre mágica Galicia. Así, peregrina a Santiago, y luego alcanza hasta la Alhambra en Granada, donde, tras numerosos años de ausencia, graba 'An ancient muse', sobre la inspiración viajera.

Cuando visita Galicia, encuentra una región mágica de influencias claramente celtas, como las suyas, que la conducen al conocimiento de culturas de las comunidades judía, cristiana, y musulmana. Más tarde, en Granada, relata cómo los aromas del fuego y la comida le acompañan por las calles estrechas del Albaicín o por el mercado de la Alcaicería, antiguo mercado de la seda, mientras las luces de la ciudad realzan la belleza de la Alhambra, al-Qalaat al-Hamrá, el castillo rojo, donde graba más tarde 'Lived at the Alhambra'.

En la grabación 'The mask and the mirror' ('La máscara y el espejo') Loreena incluye un sueño místico. En él, todos somos la culminación de diferentes historias colectivas y debemos armonizar la diversidad de cada una de ellas para obtener las creencias verdaderamente positivas para cada cual. Cierra la grabación dedicando unas breves palabras al discurso de Próspero en 'La tempestad', de Shakespeare, en las cuales recuerda que cuando el actor se quita la máscara, la ilusión ha terminado, se encuentra frente a la realidad, e implora generosidad para ser libre -«let your indulgence set me free»- pues sólo la verdad le hace sentirse libre.

Hermosa metáfora la del sueño místico en búsqueda de la propia identidad, que, en un viaje imaginario hacia otras culturas, invita a quitarnos la máscara y, de esta forma, vernos ante el espejo de la realidad tal cual somos. La máscara no sólo nos oculta ante los demás sino, lo que es peor, impide reconocernos a nosotros mismos. Así pues, ya lo sabemos. Ánimo al quitarnos las

mascarillas.