Yo creo que este Gobierno nos ha tomado por tontos. Mejor dicho, no lo creo, lo aseguro. El comité de expertos que supuestamente asesoraba al Gobierno nunca existió, a pesar de lo que decía Pedro Sánchez de que estaba siendo asesorado por un comité de científicos para afrontar la desescalada, cuando esta decisión correspondía únicamente a Salvador Illa. Nos han contando una milonga, otra más, y tragamos con todo. Me pregunto qué hubiera pasado, si en lugar del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos hubiera habido un Gobierno del PP. Yo les diré lo que habría pasado: La oposición en pleno estaría pidiendo a gritos la dimisión del Gobierno y elecciones anticipadas. Acuérdense la que se montó cuando se sacrificó al perro Excálibur por el ébola. Aquí a la oposición ni se le ve ni se le oye ni tampoco se le espera.

El Gobierno está muy cómodo mintiendo y no hay ninguna consecuencia a tanta mentira. En cualquier otro país por mucho menos se dimite.

El único partido que se ha atrevido a presentar una moción de censura es Vox, lo hará en septiembre, aún a sabiendas de que no va a prosperar porque no va a ser respaldada por ningún grupo y aunque lo fuera tampoco tendría mayoría suficiente para salir adelante. Es una moción simbólica, a la que el PP ya ha dicho que no se va a sumar. Tampoco Ciudadanos.

En un año especialmente complicado y duro en todos los sentidos, sus señorías prefieren irse de vacaciones el mes de agosto, dejando al país patas arriba y con el número de contagios disparado. Todo muy surrealista.

Desde luego, no es el mejor momento para cerrar el Parlamento e irse de vacaciones.

No hablemos ya de la economía, que en el segundo trimestre del año se ha desplomado más de un 18%. El PIB ha caído un 18,5%. Eso sin contar los ERTEs, el número de desempleados y el cierre de empresas y negocios. Y con sectores estratégicos y punteros como el turismo, que han sido fundamentales para la marcha de nuestra economía, totalmente arruinados.

Con este sombrío panorama que, probablemente, empeorará aún más en los próximos meses de cara al otoño y al invierno, con una más que previsible escalada en el número de contagios y una recesión aún mayor de la economía, Sánchez se presenta como el gran triunfador de esta pandemia, con cerca de 50.000 muertos y un país arruinado, aunque nunca sabremos las cifras reales con las que también nos han engañado porque desde el minuto cero nos han mentido.

Resulta todo tan delirante, que si no fuera porque es real pensaría que es todo una broma de mal gusto. Pero no. Enciendo la tele y vuelvo a la puta realidad.