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Abro hilo

Miedo al miedo

Antes de que supieramos qué eran los EPIs, el SARS-CoV-2 y la nueva normalidad (¿se acuerdan, la vida antes de la pandemia?), ya empezaban a soplar vientos de crisis económica, que se mezclaban con un momento de crisis y descrédito del sistema democrático, de sus instituciones y de sus necesarios pilares (un sistema judicial independiente, la prensa libre...) Un caldito perfecto vaya para la aparición de los movimientos extremistas y peligrosos. La pandemia añade nuevos componentes a la ecuación y multiplica por doscientos millones el principal abono de estos grupos: el miedo.

La incertidumbre tras un verano de parálisis y el vértigo ante un invierno nuclear hacen aflorar temores en las personas más sensatas. Y si alguien les echa un poquito de cebo, no es difícil que perfiles insospechados acaben por respaldar teorías conspirativas o por defender sin concesiones que la actividad económica está por encima de la salud de sus cóngeneres " y que si la gente se ha de contagiar que se contagie y quien se tenga que morir, que se muera". Esos pensamientos pueden aparecer cuando los planes de lanzar tu negocio propio se ven totalmente interrumpidos; cuando tus ahorros acumulados desaparecen día a día; mientras el hotel en el que trabajas continúa cerrado o, peor, cuando la tienda en la que despachabas bajó la persiana el pasado 14 de marzo y no volverá a levantarla. También me da miedo la ligereza de algunas frases de celebración del parón del turismo, de aquellos que solo ven la oportunidad para replantear el modelo (que es cierto, ahí está y somos muchos los que lo deseamos) y no ven a las miles de familias que lo pasarán muy negro durante el invierno: "Es que el turismo ha generado sobrepoblación, sobra gente". Pero, ¿quién decide ahora quién sobra? ¿Cuáles son los criterios para decidir quién sobra y quién no: la nacionalidad, los ingresos, la lengua, los años acumulados de residencia...? Esos pensamientos, expresados desde perfiles 'progresistas' (a tope con el Welcome Refugees), también dan miedo.

Si no están suscritos a Filmin no sé a qué esperan. Y si están suscritos y no han visto El Colapso no sé a qué esperan. Esta serie francesa narra en 8 episodios de 20 minutos cómo reaccionan varios personajes en distintos escenarios al frenazo total del sistema capitalista. No hay trabajo, no hay gasolina, no hay comida... Personas que en su otra vida eran vendedores de recambios para impresoras, millonarios o profesores ahora luchan, literalmente, por sobrevivir. Y la pregunta al ver la serie es obvia e incómoda:¿Y yo cómo actuaría ante este panorama? ¿Estaría dispuesta a hacer cualquier cosa para garantizarme el alimento a mí y a los míos? Todos creemos conocer la respuesta. Desazón garantizada en 20 minutos de plano secuencia.

De los que el otro día se manifestaron en la plaza Colón de Madrid contra la vacuna, las mascarillas y un virus supuestamente inventado (pobre Colón, en su plaza siempre se junta lo mejor de cada casa) ya ni sé qué decir. Supongo que les mueve el miedo, la ignorancia, una genuina buena intención totalmente errada, la petulancia de creerse más listos que los demás (son auténticos conocedores de la verdad que el sistema nos quiere ocultar) o una mezcla de todo. Me da miedo el miedo ajeno y lo que se puede hacer con él. Me da miedo mi propio miedo. Y Miguel Bosé también me da miedo.

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