Un mes complicado. Comienza el curso académico que es como decir que comienza el año real. En el litoral mediterráneo el comienzo de curso está siempre condicionado por las condiciones meteorológicas. Hay septiembres de calor y septiembres de tormentas; y septiembre con calor y tormentas a la vez, que suele ser lo más habitual. Y el mar alcanza su pico térmico máximo del año. Es el mejor mes para bañarse en las playas de nuestro litoral mediterráneo.

A partir de ahora el seguimiento de la situación atmosférica debe ser constante. En cualquier momento puede saltar la sorpresa, formarse una «gota fría» y generarse un desastre por las trombas de agua que llegan a caer. Este año hay un área especialmente sensible a una posible situación de lluvias torrenciales: la Vega Baja del Segura y el mar Menor. Fueron azotadas hace un año de forma dramática. Una nueva inundación resultaría dramática este año, con todo por hacer aún. Porque tras la catástrofe de 2019, ya se sabe lo que es necesario para adaptar estos territorios a los efectos de futuras riadas.

Ahora es el turno de las administraciones, que de forma coordinada tienen que ir desarrollando las actuaciones necesarias. De este modo, en próximos años, podremos iniciar el curso académico sin la preocupación de que pueda ocurrir una lluvia torrencial que ocasione desolación. Ahora en la Vega Baja del Segura y el litoral del Mar Menor, pero las acciones son necesarias en muchos lugares del litoral mediterráneo que ya se saben de alto riesgo de inundación. Ya solo cabe actuar.