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El primer día

Siempre hay un primer día para todo, pero unos los recordamos y otros no. El recuerdo suele estar ligado a emociones intensas, por lo que siempre recordamos qué hacíamos o dónde estábamos cuando sucedió un acontecimiento importante para nuestras vidas o para la de los demás. Recientemente, todos sabemos qué hacíamos, dónde estábamos y qué sentimos el día 13 de marzo cuando se decretó el estado de alarma. No creo que lo olvidemos jamás, ese día y las tristes semanas que le sucedieron.

Esta semana y la próxima también va a ser de primeros días: el primer día de colegio y de instituto y el primer día de Universidad. De todos ellos me acuerdo, tanto los míos como los de mis hijos, pero quizás el más importante fue el primer día en la Universidad de Alicante dónde estudié. En mi caso, ya no he dejado de ir ni un solo día desde entonces. Recuerdo perfectamente el aula Jorge Juan repleta, con alumnos de pie o sentados en las ventanas, por los menos debíamos ser 200 o más. No conocía a nadie. La metodología estaba centrada exclusivamente en la lección magistral teórica, con el apoyo didáctico de manuales o de apuntes de clase que los alumnos transcribíamos al dictado del profesor. Las asignaturas se contabilizaban por horas de clase presencial (no había de otra modalidad), y los exámenes eran parciales o finales, escritos u orales, divididos en dos convocatorias de junio y septiembre. La tecnología se basaba en un micrófono para el profesor, que a veces no funcionaba, y la posibilidad de hacer fotocopias de los apuntes. A los que nos hemos dedicado profesionalmente a la docencia universitaria y estudiamos en aquel Campus, hemos vivido una transformación tal, que apenas nos acordamos de aquellas carencias. Pero es de destacar que todos los que allí estudiamos hemos podido desarrollar nuestra profesión con solvencia y muy orgullosos de haber estudiado en la UA y de los profesores que tuvimos. ¿Nos imaginamos qué hubiera pasado si la Pandemia se hubiera producido en los años 80 o 90? No habríamos tenido ningún instrumento. Sencillamente, no habríamos podido estudiar en la Universidad.

Con esta reflexión, quiero enviar un mensaje de ánimo al Estudiantado, especialmente a los que comienzan sus estudios este año y a los que acudirán a las aulas como si fuera el primer día después de esta terrible crisis. Y por supuesto a los profesores y profesoras que han vivido con preocupación cómo preparar esa primera clase. Durante estas semanas solo pedían información, y que las autoridades sanitarias y políticas se pusieran de acuerdo. Y a todo el PAS que ha trabajado sin descanso para que todo esté listo para empezar, ya sea de forma presencial u on line, cuándo las instrucciones no llegaban a las universidades o cambiaban en el último momento.

No se trata de un mensaje sólo optimista , sino también realista. No es nuestro escenario ideal de primer día, hay que reconocerlo, de hecho la primera semana será toda a distancia pero contamos con muchísimos instrumentos más. Obviamente, contamos con las infraestructuras que nos proporciona la tecnología, que nos permite tener aulas virtuales, consultar materiales en abierto, hacer tutorías, presentar trabajos, compartir chats. También laboratorios y aulas para lograr por todos los medios que no se pierda ni una sola práctica. Pero además contamos con un Claustro de profesores en todas las áreas de conocimiento que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para que sus estudiantes aprendan. Como en todas las organizaciones, os encontrareis con materias que os gusten más o menos, con profesores que os inspiren o no, pero el balance final será bueno.

Respecto a la incertidumbre, sólo se puede combatir con información y transparencia. Nuestro estudiantado es mayor de edad y responsable; y el profesorado y el PAS son todos ellos profesionales comprometidos. Hemos de reforzar al máximo la información y la empatía de unos colectivos con otros. Hay que estar a lo importante y lo importante es empezar a enseñar. En las próximas semanas no hay nada más esencial que la docencia.

Mi mensaje de bienvenida es que incluso en los escenarios más adversos, si quieres aprender, aprenderás, porque nada, ningún sistema, ningún instrumento podrá suplir el trabajo y el esfuerzo individual de un profesor por enseñar y un estudiante por aprender. Esa es nuestra principal misión: enseñaros a aprender.

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