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Los efectos del virus en la salud mental de los niños de entre cuatro y cinco años

Compartir. Déjale el juguete, dale una galleta a tu amigo, dale un abrazo, palabras que las madres repiten desde pequeños a sus hijos y con las que abría una reportera de la televisión regional una minientrevista que me hicieron sobre la educación que damos a nuestros niños, y que ahora con la pandemia, son consignas absolutamente prohibidas. Me preguntaba sobre cómo se lo van a tomar nuestros hijos cuando les estamos dando órdenes contradictorias constantemente. En tan poco tiempo de charla, no he podido contar la realidad de toda esta nueva "anormalidad". Porque no lo duden, es eso: una anormalidad. La estabilidad emocional de los niños se va a ver seriamente afectada. Ojalá no tuviera que alertarles, pero mi responsabilidad no me deja ser indiferente.

El hecho de que como padres eduquemos a los niños para compartir y ahora tengamos que decirles que no pueden hacerlo, no es algo que vaya a afectar a los niños mayores, que pueden entender que ahora tenemos que tener cuidado por el coronavirus. Llevan oyendo y viendo información constante sobre el dichoso virus. Pero lo que nadie ha tenido en cuenta es la evolución psicológica de los menores de cuatro o cinco años en estos últimos seis meses. Hay que tener en cuenta que, para un niño pequeño, los meses no son meses, son años. Y durante seis meses, nuestros niños no han sido niños en la maravillosa acepción de la palabra. No han disfrutado del aire y del sol con total libertad, no han recibido los estímulos adecuados para un desarrollo armónico durante el tiempo de confinamiento y aún ahora, tantos meses después, les prohibimos relacionarse sin miedos, con sus iguales. Les reñimos cuando se acercan a otros niños para dar un beso o compartir un juguete, cuando tocan y exploran objetos con las manos y con la boca, no han disfrutado de los parques sin temor, no se han pegado, besado... Los tenemos en una burbuja, igual que ahora los tendremos en los centros escolares.

Alguien preguntaba en un comentario a estas opiniones mías en las redes, que si es más importante la salud mental que el virus? El virus, existe es evidente. Pero la salud mental es básica y el desarrollo emocional de nuestros menores, aunque no se vea en una placa, es fundamental, ¿o no? Y es que la salud mental es la gran olvidada. Pero nuestros niños son nuestro futuro, y como padres debemos velar no solo por su salud física, sino también por su salud mental. Tendremos que contrarrestar todo este horror. Con prudencia y serenidad, sin pánico ni alarmismos, con normas que establezcan límites, pero sin atosigarles, con seguridad y protección ante la incertidumbre, pero, sobre todo, con amor incondicional. Es el mejor antídoto contra la pandemia. Es, les aseguro, la mejor vacuna contra la pandemia psicológica.

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