El pasado miércoles se aprobó en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud-y por una amplia mayoría de comunidades autónomas- un acuerdo de acción coordinada de salud pública presentada por el Ministerio de Sanidad para hacer frente a la segunda ola de la pandemia con nuevas actuaciones coordinadas para responder con eficacia ante situaciones de especial riesgo por transmisión no controlada de la covid-19.

Es un acuerdo que pretender ir más allá de la mera enumeración de un conjunto de medidas de obligado cumplimiento. Es un acuerdo que refleja un espíritu de la más absoluta lealtad entre instituciones. Porque si la ciudadanía supo y pudo luchar contra la pandemia en los peores momentos de la crisis sanitaria, es el momento de que todas las instituciones sepan y puedan estar a la altura de lo que necesita España en estos momentos para doblegar la curva de contagio y evitar una situación tan dramática como la vivida en la primera mitad del año. El camino a seguir es el que marca la ciencia y el sentido común para que la política esté a la altura de lo que nos demanda la ciudadanía. Es el camino de la unidad, la lealtad, la solidaridad y la cooperación.

Estas medidas están enfocadas a la consecución de un objetivo prioritario: proteger la salud pública. Porque sólo así estaremos en condiciones de ganar la otra batalla que tenemos por librar y que pasa por minimizar el impacto social y económico que está provocando en el conjunto de la ciudadanía.

Por eso, las medidas acordadas esta semana son imprescindibles para controlar la expansión de la enfermedad y reducir la presión asistencial sobre el sistema sanitario. Y también para doblegar la curva desde una unión política e institucional a la que el Gobierno de España ha apelado en todo momento.

Este acuerdo es fundamental para conseguir ese objetivo. Y lo es porque nace de una evidencia: la unidad salva vidas. Por encima de las legítimas diferencias políticas, esenciales en una democracia madura como la nuestra, debe prevalecer una unidad de acción que anteponga, por encima de cualquier otra consideración, la lucha sin cuartel para vencer a la covid-19.

La división nos debilita frente al virus. Y la unión nos hace fuertes para vencer la pandemia. La lucha contra el coronavirus y su erradicación no conoce de ideología ni de fronteras administrativas. Ha puesto a sociedades avanzadas ante el espejo de una vulnerabilidad que no creíamos posible desde el conocimiento científico y tecnológico alcanzado en este siglo XXI. Esa certeza inesperada nos debe reafirmar en que el único camino para vencer al virus pasa por seguir el consejo de la ciencia, la unión por encima de la división y la concienciación de una ciudadanía que, con disciplina social, es decisiva para doblegar la curva y evitar más dolor.

Tenemos semanas duras por delante. No podemos relativizar los números buscando un falso consuelo en el hecho de que sean menos dramáticos que los del pasado mes de abril. Detrás de cada cifra hay una tragedia humana; una muerte evitable.

El Gobierno de España, ejerciendo las funciones de coordinación que le son propias, tiene el deber de proponer soluciones que, inspiradas en el principio de cogobernanza, sean compartidas por todos los gobiernos autonómicos y las entidades locales. Desde la firme convicción de que la pandemia es un problema global que requiere soluciones globales, el Ministerio de Sanidad invoca la necesidad de alcanzar acuerdos y medidas consensuadas. No solo con los gobiernos autonómicos; también con el conjunto de la sociedad para salir de este mal sueño cuanto antes.

El Gobierno de España siempre ha mostrado una permanente voluntad de diálogo, desde la lealtad institucional y siguiendo el dictamen de la ciencia para reducir el impacto de la pandemia en todas y cada una de las comunidades autónomas. Porque la prevención de la covid-19 y las medidas sanitarias que se tomen en cualquier comunidad autónoma es proteger también la salud en el conjunto de España. Proteger la salud pública de cualquier comunidad es proteger la salud pública en todo el Estado.

Estamos ante un desafío global que atañe a toda la ciudadanía. Todos y todas saldremos juntos de esta pandemia. Y lo haremos antes si actuamos unidos. Es una responsabilidad compartida entre ciudadanía y todas las instituciones y poderes del Estado. Y el Gobierno de España liderará y apoyará todas las propuestas y medidas que sirvan a este fin. Es el momento de la unidad, de la lealtad y de la fortaleza para vencer. Porque este virus lo paramos unidos.