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Jugadores y vida saludable

Durante la última década, los eSports o “deportes electrónicos” han crecido rápidamente en todo el mundo debido a los avances de las nuevas tecnologías, las industrias de las videoconsolas, los ordenadores con grandes procesadores y móviles de altas capacidades. Se ha convertido en una industria en constante expansión, con una gran área competitiva que ha ganado una popularidad considerable, lo cual ha derivado en consecuencias importantes para la salud de los jugadores.

Los jugadores profesionales compiten en una variedad de plataformas y modalidades en entornos controlados, con una estructura y regulación similar a los deportes tradicionales. Como en cualquier actividad, involucran diferentes destrezas que requieren demandas físicas para mantener el ritmo de juego como la ejecución de habilidades motoras finas, acciones coordinadas enérgicas, posturas prolongadas, reacciones de anticipación rápidas o movimientos repetitivos y rítmicos.

Como idea general, los jugadores competitivos utilizan la musculatura perteneciente a la extremidad superior para llevar a cabo hasta 400 movimientos de motricidad fina por minuto, manteniendo en posición estática la muñeca, el codo y la cintura escapular. Estos movimientos prolongados y sostenidos necesarios para mantener la precisión durante el juego predisponen al desarrollo de problemas musculoesqueléticos, debido a la tensión repetitiva generada a través del uso de los dispositivos electrónicos.

Las afectaciones producidas en los eSports son similares a las condiciones observadas en profesiones como los trabajos de oficina o que requieren de un alto componente manual. Entre las que se encuentran lesiones por uso repetitivo de algunos músculos, fatiga ocular, sensación de rigidez, déficit de movimiento de algunas estructuras, así como dolor en cuello, espalda, muñeca y manos. Además, se han publicado estudios que hacen referencia a la manifestación de síntomas que afectan al sistema nervioso, entre los que se encuentran el entumecimiento frecuente, aumento de la sensibilidad, dolor durante la noche, debilidad y deterioro de la función en manos y brazos.

Las características de los juegos digitales permiten identificar posibles factores que pueden influir sobre la salud, agravar el dolor o las patologías, como son el entrenamiento sostenido durante horas, el estrés, la competitividad o el nivel de cansancio mental y físico a la que enfrentan los jugadores de deportes electrónicos de alto nivel.

Por otra parte, un atleta de eSports dedica una cantidad importante de tiempo a actividades consideradas sedentarias, como mantenerse sentado durante períodos largos de tiempo frente a una pantalla que pueden superar las 6 horas al día. En la actualidad, existe una preocupación creciente sobre los posibles efectos adversos que esto tiene en la salud a corto y largo plazo, ya que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y metabólicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado pautas sobre actividad física, reconociendo el riesgo asociado con el comportamiento sedentario generado en este ámbito.

Desde el ámbito sanitario, es necesario comprender el funcionamiento de estas actividades, así como los riesgos y beneficios para la salud asociados a la profesionalización y la participación de los deportes electrónicos. Sin ser menos, la práctica de los eSports requiere de una condición física adecuada que permita evitar el riesgo de lesión y la aparición de patologías que puedan comprometer el rendimiento deportivo o el bienestar de los jugadores. Cuando un atleta puede sufrir o padece una lesión, el fisioterapeuta valora y establece un programa de tratamiento, estrategias de prevención y ergonomía o pautas para retomar el juego. También es necesario que los jugadores se encuentren en movimiento cuando no están entrenando o compitiendo, promover cambios de posición durante los descansos y realizar actividades de diferentes tipos que compensen los momentos sentados.

En general, los gamers se enfrentan a desafíos para dominar sus juegos al tiempo que abordan las repercusiones en su salud. Por ello, los equipos se encuentran asesorados por un grupo de profesionales entre los que se encuentran médicos, psicólogos, fisioterapeutas, profesionales de la actividad física y del deporte, nutricionistas, y oftalmólogos. El objetivo debe ser que cada jugador, como cualquier persona, mantenga un estilo de vida saludable, por lo que es fundamental la coordinación y comunicación entre las diferentes disciplinas.

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