Hoy se reúnen en Valencia algunos de los principales líderes empresariales en torno a un lema que no puede ser más apropiado: «El tiempo del liderazgo transformador». Por un lado, porque no cabe duda de que es en momentos de incertidumbre y crisis cuando más relevante se torna el buen liderazgo; y, por otro, porque la capacidad de impulsar la transformación es la cualidad clave que necesitan hoy en día los directivos para conducir a las empresas hacia la recuperación y el crecimiento.

Durante el XIX Congreso de directivos CEDE veremos como el impacto de la pandemia en la sociedad y en la economía nos está dejando lecciones muy valiosas que tenemos la obligación de aplicar en los próximos años. Entre ellas, que la digitalización, la innovación y la sostenibilidad son imperativos para competir en la nueva realidad tanto para nuestras empresas como para nuestro país en su conjunto.

Un ejemplo claro de ello son los criterios marcados por Europa para la elegibilidad de los proyectos que serán destino de los fondos del plan para la recuperación, claramente orientados hacia la transición energética y la transformación digital. Estos planes tienen que ser la oportunidad definitiva para impulsar ese modelo de economía de la que tanto tiempo llevamos hablando: resiliente ante las crisis y los cambios de ciclo, innovadora, generadora de empleo de calidad y sostenible a todos los efectos.

Estos criterios no solo los marcan los financiadores públicos y privados. También los clientes son cada vez más selectivos a la hora de consumir. Dado el fuerte impacto de esta crisis en la actividad productiva y la economía familiar, los consumidores exigen a las empresas mayor implicación en los retos comunes de la sociedad.

Además, la pandemia ha sido un examen sorpresa para todos y ha probado que las compañías más digitalizadas poseen una mayor capacidad de respuesta ante eventos disruptivos. Por ello, a raíz de la crisis sanitaria, las empresas han acelerado su ritmo de digitalización, especialmente en lo que respecta al modelo operativo y la relación con el cliente, según afirman 8 de cada 10 primeros ejecutivos participantes en el informe ‘Global CEO Outlook 2020’ de KPMG.

La economía valenciana tiene universidades punteras, empresas innovadoras, talento y un clima de negocios atractivo para la inversión y para afrontar con decisión la recuperación económica. La puesta en marcha de medidas legales y fiscales que faciliten la gestión, la financiación y su crecimiento serán cruciales para ello. A pesar de la incertidumbre que define la toma de decisiones, este es el momento de abrazar el cambio y las oportunidades que presenta para impulsar una nueva economía resiliente, competitiva, más digital y sostenible para las generaciones futuras.