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JOSÉ VICENTE CABEZUELO

El Teletrabajo como responsabilidad social universitaria

Recientemente, hemos tenido el privilegio de contar en la Universidad de Alicante con la presidenta de Sala del Tribunal Supremo, María Luisa Segoviano. Todo un lujo que estrenara el nuevo cargo haciendo su primera intervención en un acto de la Universidad de Alicante. Así, Segoviano ha inaugurado una acertadísima propuesta organizada por la Cátedra de Responsabilidad Social de la Generalitat Valenciana en la Universidad de Alicante, el curso “Cuestiones clave del mundo del trabajo en la era COVID-19”. Entre otras, Segoviano detalló algunas cuestiones acerca del Teletrabajo en esta nueva situación derivada de la pandemia en la que nos encontramos inmersos, e hizo referencia a la reciente regulación llevada a cabo por el Gobierno en torno al tema. Quisiera destacar de sus declaraciones, en valoración de esta regulación, la siguiente afirmación: “Acaba de aparecer la norma y todavía no sabemos qué problemas va a generar aunque algunos podemos intuirlos: la tensión entre los derechos de trabajador y empresa es donde pueden surgir los conflictos. Habrá que ver hasta qué punto se dan intereses contrapuestos”.

La Universidad de Alicante debe reforzar el impacto de nuestra institución en nuestra comunidad a través de una gobernanza 2030 para contribuir al avance del desarrollo humano con propuestas inclusivas, innovadoras y sostenibles. Esta convicción comienza con el compromiso social como eje central de nuestro programa de candidatura al Rectorado de la Universidad de Alicante con, para y desde la comunidad universitaria.

Por este motivo, nos comprometemos expresamente en nuestro programa a mejorar la estructura de plantilla del Personal de Administración y Servicios adecuándola a su contexto sociolaboral, a actualizar y optimizar la gestión telemática y la e-administración para simplificar los procesos administrativos, a elaborar un plan de formación que satisfaga las necesidades de la gestión y a fortalecer la oferta pública de empleo y la provisión de puestos adecuados para la estabilidad y promoción de la plantilla administrativa. Y en el marco de una universidad presencial como paradigma de servicio público efectivo y socialmente responsable, nos comprometemos a afianzar el teletrabajo de las personas de nuestra comunidad universitaria facilitando la conciliación familiar y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.

En este nuevo contexto y conscientes de otras variables más o menos inciertas que nos pueda deparar el futuro, porque como dijo Abraham Lincoln "no se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy", mi candidatura se apoya en una gerencia que llevará a cabo un plan de teletrabajo compaginado con la presencialidad que prioriza nuestro capital humano como motor de la Universidad de Alicante.

¿Cómo desarrollar nuestra apuesta por el teletrabajo compaginado con la presencialidad irrenunciable como razón de ser de nuestra universidad? Proponemos la creación de un grupo de trabajo para analizar la normativa existente del teletrabajo y adaptarla a un nuevo modelo de servicio público, que ofrezca resultados laborales eficaces; el establecimiento de directrices claras y operativas sobre cómo llevar a cabo el teletrabajo, respetando la normativa en materia laboral, de seguridad y de salud y el derecho a la desconexión de las tareas laborales; la dotación de recursos tecnológicos y adquisición de equipamiento portátil que favorezcan la implementación progresiva del trabajo remoto y el seguimiento y estudio de los casos reales para aportar soluciones concretas que palien las situaciones de sesgo de género, inclusión e igualdad. Estas son, entre otras, acciones concretas para lograr los compromisos de sostenibilidad y conciliación.

Y quisiera incidir en este último apunte de la conciliación familiar. Porque es necesario no obviar ciertos sesgos de género que, evidentemente, también afectan al desarrollo del teletrabajo. Apostamos por un sistema de teletrabajo que se adapte a las circunstancias personales adversas, y esto incluye, además del sesgo de género en la conciliación familiar, al personal con necesidades especiales, con circunstancias personales adversas o expuesto a contextos socialmente desfavorables. Todo ello, para afrontar una universidad del futuro más sostenible e inclusiva.

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