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   El cristianismo supone el triunfo del perdón pues donde el judaísmo consagraba el ojo por ojo y diente por diente, según la ley del talión, principio de justicia retributiva que ya se encuentra en el Código de Hammurabi, el primero manda perdonar no siete veces sino setenta veces siete, es decir, siempre. Sin embargo su historia abunda en ejemplos atroces de cómo ese mandato de Jesús se lo pasaron sus seguidores por el forro durante siglos, y de cómo se utilizó la cruz, para, en su nombre y bajo intereses dirigidos solo por el poder y el dinero, repartir dolor a diestro y siniestro. Boccaccio encontraba en esta paradoja la prueba indiscutible de que se trataba de la religión verdadera. Una es creyente también aunque o porque conoce la naturaleza humana y su capacidad sin límite de convertir en espantosa cualquier cosa, por buena y bella que esta sea.

Antes del escándalo de Bildu y los presupuestos, logró cierta notoriedad un cura del que no quiero ni buscar el nombre, al que imagino con el mismo aliento apestoso que el de Patria, que defendió, ayer no más, la lucha armada, como ellos llaman a los asesinatos terroristas, y como lo llamó Sánchez hace bien poquito. No hablo de años sino de una semana. La jerarquía lo ha sancionado, aunque se lee en los medios y se oye por ahí que solo dijo lo que piensa mucha gente vasca. 

Hoy afirma Mendía que Bildu se ha hecho una enmienda a la totalidad, aunque ningún español haya oído nunca a nadie de Bildu pedir perdón por los crímenes de ETA. De hecho, el curita en cuestión los justificaba anteayer. Importa un comino que haya pacto o no con los que son incapaces de arrepentirse. Lo que importa es que se vaya de la mano de quienes no son perdonados porque no quieren ese perdón. De quienes aún hoy piensan que el terrorismo estuvo bien en nombre de la libertad del pueblo, como ha insistido el cura de marras. Porque eso implica que sabían muy bien lo que hacían. Y Cristo en la cruz pidió perdón para sus asesinos, porque no sabían lo que hacían. Que no es el caso.

Que esto también es memoria histórica. 

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