“Para ser valenciano (valenciana) no es necesario renunciar a ser rumano (rumana)”, así iniciaba la charla conmemorativa del Día Nacional de Rumanía, el pasado uno de diciembre, en una de las aulas de Octubre Centre de Cultura Contemporània, el escritor filorumano Antonio Royo, delegado de Acció Cultural del País Valencià en Castellón. Una escasa quincena de personas, guardando las normas de seguridad sanitaria, acudieron a la llamada. Alina Chezan licenciada en Filología por la Universidad de Bucarest realizó el políglota preámbulo, valenciano, español y rumano, enfundada en un largo y ajustado vestido de punto negro y chal rojo sobre el escote.

¿Por qué llegamos a Castellón? Fue la pregunta del activista lingüístico rumano Adrian Nita. El primer grupo de personas rumanas arribadas a la provincia castellonense pertenecía a la iglesia Adventista del Séptimo Día (cristiana protestante, bajo la directriz de la escritora estadounidense y vegetariana Ellen Gould White, con cerca de veintidós millones de fieles en el mundo), en una “endogamia religiosa” tal como especificó Royo. La juventud rumana viajaría a Italia y España tras la caída de la dictadura, algo que aumentó en los años mil novecientos noventa y cinco y noventa y seis, según palabras del también historiador castellonense. Mayoritariamente personas procedentes de la provincia de Târgoviste, actualmente hermanada con Castellón de la Plana.

“Es muy importante integrarse” asevera Nita en cuyo antebrazo izquierdo, luce la frase tatuada: El nostre amor es un amor brusc i salvatge. “Hay muchas familias mixtas” algo que una década atrás no había y, atusándose la prominente barba, el disertador confesó que al llegar a Castellón: “Yo quería trabajar. Muchos han trabajado en la obra o en el campo y las mujeres limpiando casas o cuidando personas mayores”. Apuntar al respecto el sucedido en una tienda solidaria donde una mujer rumana, limpiadora, de mediana edad, asidua clienta, al hojear en una esquina del local uno de los libros puestos a la venta, encontró quinientos euros entre sus páginas, sin dudar se acercó a la representante de la fundación sin ánimo de lucro y le entregó el dinero.

¿Quién se atreve a dudar de la honradez de las personas según su procedencia? ¿Por qué anular valores personales en colectivos migrantes? ¿Por qué depravar las relaciones humanas con tanta obstinación?

“Afortunadamente el racismo no ha sido tan grande; un rumano (rumana) si no abre la boca y habla no te enteras que es rumano (rumana)” explicita Royo citando esporádicos actos xenófobos como la pintada en una carnicería, el voceo de una pandilla en Onda, o el caso de “Un grupo de fachas, que no se identifican por su inteligencia” que escribieron cerca de un templo: “España blanca”. ¿Quién organiza todas esas acciones tóxicas? ¿Se investigan?

En el Día de Rumanía la embajadora rumana Gabriela Danc uu felicitó a sus compatriotas y los colores rojo, amarillo y azul iluminaron la fachada de la sede de la Comunidad de Madrid donde la diputada (PP) Anka Moldonav, de origen rumano, ejerce. Casi setecientas mil personas rumanas residen en España entre las que se encuentran la periodista Marcela Topor, consorte de Carles Puigdemont (presidente de la Generalitat de Cataluña) y Mihaela Mihalcia diseñadora y pareja del periodista Juan Luis Cebrián.

¿Cuándo dejarán la obcecación de mirarse un ombligo trasnochado y hostil personas públicas con foro público? ¡Hay más mundo señorías y adláteres!

“Es muy importante que le hables en valenciano, español y rumano, ¡hablarles en rumano!” a niños y niñas de familias rumanas porque es el idioma que no utilizan en la escuela y se corre el peligro de perderlo, “¡Es muy importante no perder la lengua!” recalca Nita en su discurso íntegramente realizado en valenciano. Protagonista de las acciones culturales denominadas “Correllengua”, Nita ha visitado escuelas junto a Royo, y el paralelismos entre idiomas exalta a la chiquillería, “Hubo chicos (chicas) gritando ¡Viva Rumanía!”, no hay que olvidar que este país, resultado de la unificación de las regiones de Valaquia, Moldavia y Transilvania, formaba parte del imperio romano: la Dacia, fue conquistada por el primer emperador hispano de la Historia, sevillano de Santiponce, Marco Ulpio Trajano. En Memorias de Adriano obra escrita por Marguerite Youcenar (Marguerite Cleenewerk de Crayencour) novelista y ensayista belga, bisexual, de origen aristocrático, se atisba la tirante relación entre el conquistador de la Dacia (Rumanía) y su sobrino segundo y sucesor Adriano, ya que ambos gustaban de los mismos jóvenes para sus relaciones sexuales.

“En el futuro cuando empresas valencianas quieran expandirse en Rumanía” las personas bilingües, que hablen valenciano y rumano, serán relevantes para cualquier negocio como el de las azulejeras puesto que “Si hablas y te hablan tu misma lengua tocan más el corazoncito”, sigue comunicando Antonio Royo con el énfasis de su confeso fervor por Rumanía, un país donde “Cada día, sea invierno o verano, has de tomar una sopa”. William James Entwistle, catedrático de la universidad de Oxford, hispanista y cervantista inglés nacido en China, en su estudio titulado Las Lenguas de España: Castellano, Catalán, Vasco y Gallego-Portugués, escribe que “los dialectos del sur de Italia, que ocupan el emplazamiento de la Magna Grecia y los territorios adyacentes, presentan semejanzas con el rumano y con el elemento latino presente en el albanés. El italiano y el rumano son ricos en dáctilos (grupo de sílabas, una larga y dos breves)”. Hombres en rumano es oameni, tiempos en rumano es timpuri y fuego en rumano foc. Existen multitud de expresiones rumanas similares a las españolas. “El consulado ofrece clases de rumano gratuitas a todo el alumnado de Almassora (Castellón)”, (www.almassora.es 23/03/2018).

¿Por qué no indagan en la historia lingüística nacional quienes se abanderan como sustentadores de la pureza racial? ¿Hasta cuándo el dilema del origen a lo Harry Potter?

“Deseamos que sus hijos e hijas no emigren” ya que estos dos pueblos “Se han encontrado de casualidad y tendremos una historia colectiva” comenta Royo. “A ti no te hace falta eso, eso es para los extranjeros” le dijeron a Adrian a la hora de pedir papeles en un escrutinio político. “¡Pero soy rumano!”, replicó. “¡Ah! Como me hablabas en valenciano”, añadió la mujer que le atendía. Recientemente (cinco y seis de diciembre) la población rumana en España ha votado para las elecciones parlamentarias.

“El verdadero lugar de nacimiento es aquél donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente” fraseó la primera mujer que formó parte de la Academia Francesa, Marguerite Youcenar, según recoge el diario telemático del escritor Álex Rovira.

En filatelia los penosos avatares de Rumania se plasmaron en sus primeras emisiones, ejemplares de Moldavia, en mil ochocientos noventa y ocho, extremadamente raros, “no tenían bordes dentados, llevaban una cabeza de buey impresa con rusticidad sobre un papel poco resistente”. Una de las colecciones filatélicas más afamadas perteneció al trotamundos rey Carol II “amante de la vida mundana, siempre se hizo rodear de mujeres bellas”, tal como apunta la obra editada por Ediciones Urbion titulada: Sellos del mundo de la Gran Enciclopedia de la Filatelia. Por otro lado, ¿quién no ha oído hablar del legendario personaje rumano y señor de Valaquia, príncipe Vlad Tepez (Vlad III el Empalador, Vlad Draculea, Drácula según la obra del escritor y periodista inglés Bram Stoker)? Johnny Weismuller actor (Tarzán), Herta Müller Premio Nobel de Literatura, Ana Aslan doctora creadora del Gerovital H3, Nadia Comaneci campeona olímpica, Verónica Micle tristemente incluida en el grupo de “poetas suicidas” y que declaró contra un docente abusador de niñas, son algunos célebres nombres rumanos.

“-¿Desde cuándo se le pregunta a un dólar por su origen?” cuestiona un personaje de Two seconds, película interpretada por el actor rumano y estrella hollywoodense Edward G. Robinson (Emmanuel Goldenberg). Dato recogido en la Gran Historia Ilustrada del Cine editada por Sarpe, empresa que pasó a ser árabe y luego alemana.