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Sánchez

Las chicas también juegan

Más de 3 billones de personas en el mundo juegan a videojuegos en 2020 y el 46% del total son mujeres según el estudio de Newzoo. En España, las mujeres jugadoras tienen un porcentaje similar, un 42% según el anuario de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) del pasado año. Sin embargo, hoy en día nos sigue pareciendo raro ver a una mujer jugando a videojuegos y, más aun, compitiendo en esports.

Desde pequeña siempre he estado cerca de una consola y, aunque en general me encontraba en un entorno no discriminativo, de vez en cuando recibía comentarios del tipo “los videojuegos no son para las niñas”, “deberías estar jugando con muñecas”, “¿qué haces jugando a cosas de chicos?” entre muchos otros similares. En nuestra cultura parece que los videojuegos siempre se han visto como un entretenimiento para el público masculino, posiblemente influenciado por la publicidad. Hace 30 años se veía mucha publicidad sobre juguetes fuertemente asignada un género: los coches de carreras para los niños y las muñecas para las niñas. Y lo mismo pasó con las consolas y los videojuegos: iban destinados al público masculino.

No obstante, aunque la perspectiva ha cambiado mucho sobre todo en los últimos años, aún sigue pareciendo extraño el hecho de que una mujer juegue a videojuegos. Y si juega, se le atribuye que es jugadora solo de juegos de estética cute o kawaii (del japonés “mono” o “bonito”), juegos de puzles, simuladores de vida social o juegos de móvil. Tampoco se les reconoce en el ámbito de los deportes electrónicos, donde la presencia de mujeres es ínfima en comparación con los hombres, y donde más acoso y comentarios despectivos de género reciben. Y cuando alguna chica realmente destaca, tiene que demostrar que es ella realmente la que juega, como ocurrió con la coreana Kim Geguri Seyeon que se mostró jugando en vivo con una cámara apuntando a su ratón y teclado para callar todas las críticas. Incluso recibió constantes críticas por su aspecto físico, disculpándose con sus fans por ser poco atractiva.

Pero no todo es negativo y, a pesar de que aún nos queda un largo camino por recorrer, cada vez más se hacen visibles figuras de referencia femeninas dentro de la industria y se penalizan más los comentarios machistas o de género. Además, han salido muchas iniciativas con el objetivo de conseguir igualdad en este sector en España, como Women in Games (WIGJ) que es una asociación que promueve y visibiliza a las mujeres desarrolladoras y jugadoras en la industria de los videojuegos o FemDevs, otra asociación que da a conocer el trabajo de mujeres en la cultura del desarrollo de videojuegos.

Y concretamente en Canarias se ha celebrado dos ediciones del evento “Las chicas también juegan”, organizado por Loyal Dogs, donde se reunió al talento femenino relacionado con la industria de los esports y los videojuegos en Canarias. Tuve el placer de participar en ambas ediciones, en Tenerife y Gran Canaria, donde compartí mesa redonda con otras jugadoras, creadoras de contenido, desarrolladoras, ilustradoras y empresarias de la industria que contaron su experiencia y su arduo camino para llegar a donde están. A lo largo de ambas jornadas, pudimos compartir puntos de vista y debatir sobre distintas cuestiones de género en los videojuegos con el resto del público. Fue llamativo ver como muchos de los hombres que asistieron al evento, escuchaban con incredulidad los comentarios que recibía una de mis compañeras cuando jugaba al Valorant (un shooter desarrollado por Riot Games). Esto demuestra que el acoso recibido por las mujeres dentro de la industria, simplemente por ser mujer, no está suficientemente visibilizado. Porque no es lo mismo recibir un comentario negativo por tu forma de jugar, que por el simple hecho de ser una mujer.

Por otra parte, me siento con esperanzas, ya que día a día veo cómo se van condenando este tipo de comentarios y actitudes machistas, y cada vez se van valorando a las mujeres por su habilidad y no por su género. Y esto es trabajo de todos y todas.

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