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Maite Mercado

Alta Definición

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¿Quién la mató?

El desorden que dejas

Quién mató a Viruca es la cuestión en «El desorden que dejas», la última serie española de Netflix que se ha colocado en cabeza de las más vistas desde su estreno hace unos días. La intriga recuerda a la mítica «Twin Peaks» en el planteamiento inicial aunque no estamos en el estado de Washington, sino en un pueblo de Ourense en el que se guardan los secretos entre los vapores de las termas. La fallecida no es, como Laura Palmer, una estudiante de secundaria, es una profesora. Y no investiga el caso, aparentemente un suicidio, un agente especial del FBI sino la sustituta, Raquel, con el fantasma de la muerta encima desde que pisa el instituto compartiendo espacio con los suyos propios y confiriendo a la trama un toque onírico controlado.

Los últimos meses de vida de Viruca se entremezclan con el presente de ‘la nueva’ fuera y dentro de un aula en la que, por supuesto, se dan clases de literatura. De Sylvia Plath a Emilia Pardo Bazán, tan de actualidad por el devenir de su Pazo de Meirás, y por esas ardientes cartas que le escribió Benito Pérez Galdós que andan desaparecidas. Suelen ser las clases de literatura las escogidas para poner en práctica sesiones laicas de exorcismo con adolescentes. Más complicado les parece a los guionistas plantear esos estriptis emocionales con las Matemáticas. A estos desnudos de palabra se unen los carnales, alguno quizás innecesario. Netflix avisa en cada capítulo de escenas de violencia, sexo y desnudez. También hay mentiras, drogas, avaricia y corrupción.

Dice Carlos Montero, creador de la serie y autor de la novela homónima en la que se basa, que en la adaptación televisiva cobra vida Viruca, solo motor de la intriga en las páginas que merecieron el premio Primavera 2016. Las dos profesoras en la piel de dos grandes actrices, Inma Cuesta como Raquel y Bárbara Lennie como Viruca, son la espina dorsal del relato, dos mujeres muy distintas conectadas a la fuerza, como se plasma en la bella cabecera.

Este thriller con acento gallego resulta muchísimo más satisfactorio que otro que cuenta también con grandes intérpretes que, sin embargo, decepcionan. Con las rentas de la magnífica «Big Little Lies» -la primera temporada-, el productor David E. Kelley y Nicole Kidman repiten en «The Undoing» con una historia donde lo mejor son las vistas de Central Park desde el espectacular piso del personaje de Donald Sutherland. Por si tienen que elegir.

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