“Somos gentes de la calle, no has visto grandes chaquetas, hacemos barrio y hay gente que vive al día”, fueron algunas de las declaraciones de Gemma del bar de copas Cava del Negret, en Ciutat Vella, que ejercía de vocera en la cacerolada “De ocio y hostelería”, el pasado veintiuno de enero en torno al Palau de la Generalitat. Megáfono en mano, Gemma comunicaba la desesperada situación del pequeño empresariado hostelero y cuantas personas trabajan en los locales: tabernas, bares, restaurantes, bodegas, pubs, cafeterías, teterías, discotecas, salas de audición…“¡Que se ayude al más pequeño! ¡Ciérrala pero con ayudas rápidas!”.

Juan Llorens, Honduras, Xúquer, Centro Histórico (Ciutat Vella), Russafa, Cánovas, Cabanyal, Honduras/Blasco Ibañez, Orriols. Gracias a las caceroladas en los barrios “Se ha dignificado nuestro esfuerzo de trabajo” afirma la también integrante de la Coordinadora Hostelería Barrios Valencia, donde “Prácticamente todos los barrios de Valencia” están representados, apunta.

“¡Avísanos del cierre! Hemos tenido que tirar género a la basura. Es la tercera vez que nos lo hacen, ¡Avísanos!”. Días anteriores al cierre de la hostelería, mientras se dilucidaban medidas en reuniones con la institución, nada se dijo del inminente cerrojazo, según comenta Gemma. También Silvia, propietaria del restaurante Nueva Viridiana, en el zona Xúquer, añade al respecto que “Suspendimos las caceroladas del lunes y el martes porque estaban negociando y ya tenían pensado el cierre, ¡pésimo!”, agregando que “Quieren dar unos ICO (Instituto de Crédito Oficial) que nos son reales. Un préstamo no es una ayuda”. Mujeres, jóvenes, hombres, personas trabajadoras al margen de las grandes empresas del sector se concentraron, siguiendo la normativa sanitaria, protagonizando un estruendo de protesta que curiosamente no hizo que se asomase el vecindario a las ventanas, balcones y azoteas o escudriñasen representantes oficiales tras los visillos. ¿Qué quedará tras el estallido de la noticia recogida por la notable presencia de medios informativos? ¿oscuridad y cierres en la pequeña hostelería?

“Bares sí, políticos no” se lee en una bandeja de bar llevada por una chica, “Distribuidores, verdulerías, panaderías, la hostelería somos todxs” es el cartel en otra bandeja también en manos de una joven. Un chico levanta con ambas manos su bandeja en la que pone: “Distancia, aforo, medidas ¿Qué hicimos mal?”. A su lado una muchacha muestra su bandeja con el mensaje: “No se pueden exigir impuestos si prohíbes tener ingresos”. “Hostelería=Empleo, familias. Necesitamos ayudas para poder subsistir y poder mantener los empleos” es lo escrito en el cartón que cuelga del cuello de un participante. “¡¡Luchemos por nuestro futuro y el de nuestras familia!! No moriremos en silencio. No tenemos culpa!!” rezaba una pancarta. Durante la concentración, se vociferaron mensajes respaldados mediante contundentes ráfagas de cacerolada: “¡Ayudas Ya! ¡Ninguna medida que sea de crédito ni de nada!”. “¡Avales no, ayuda directa!”.

Si ya se tiene hasta a la persona que llevará todo el asunto del dinero europeo en la Comunidad Valenciana. ¿Entonces?

El Plan Resiste con trescientos cuarenta millones de euros está ya, ¡ya! proclaman estamentos gubernamentales comunitarios. Hostelería, restauración, alojamientos, agencias de viajes, autónomos y autónomas, trabajadores y trabajadoras de estos sectores, actividades artísticas, artes escénicas y de ocio, gestión de salas e industrias adosadas, todas se mantienen alerta y unidas en la espera. Pero las preguntas están ahí: ¿cómo, cuándo, retroactivo? “Ninguna empresa viable (en 2019, ¿?) tiene que quedarse fuera”, ¿Quién y cómo se baremará la viabilidad? “Créditos desde quince mil euros”, se declara al más alto nivel institucional. Préstamos con hasta el treinta por ciento exento de reembolso. ¿El pequeño negocio es interesante para tal gestión financiera? “Las anteriores ayudas directas casi nadie las recibió y me refiero a rentas muy bajas” es el comentario de Teresa, una tuitera el día 18/01/2021. ATA (Federación de Autónomos/autónomas) de la Comunidad Valenciana “solicita agilidad y sencillez a la hora de hacer efectivo el Plan Resiste” (www.ata.es, 18/01/2021), plan consensuado por la patronal CEV (Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana) y los sindicatos UGT-PV y CCOO-PV. “Lo importante no es quien gestiona los fondos europeos (1.254 millones de euros del fondo REACT-UE para la Comunidad Valenciana), sino que el dinero llegue. Necesitamos gastarlo muy rápido y donde realmente se necesita” indica Juan Ángel Poyatos director general de Coordinación de la Acción de Gobierno. ¡Rápido! y también al pequeño negocio, nada de exclusividades programadas. José Luis Yzuel vicepresidente del Consejo de Turismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), demanda ayudas directas “como se ha hecho en casi todos los países serios europeos” donde, tras el cierre, “se les ha dado de manera automática ayudas directas con distintos modelos”.

¿Habrá que hacer algún máster para entender los vericuetos del plan? ¿Pasará igual que con el Ingreso Mínimo Vital (más de setecientas mil personas pendientes e innumerables denegaciones)?

“Mi voz es la opinión de (las) los que estaban con una cacerola en la mano” haciéndose oír a base de golpes de cucharones y cucharas en bandejas de servicio, cazos, paellas y otras herramientas del trabajo hostelero. “¡Ayudas directas!” y ¡urgentes! son imperiosas para sobrellevar la dramática situación de profesionales que ven sucumbir su proyecto de vida mientras continúan pagando impuestos, alquileres y créditos bancarios, y de cuantas personas tienen como única fuente de ingresos su trabajo de sumillería, jefatura de sala, tras una barra, sirviendo mesas, cocinando, limpiando, musicalizando… “Nosotros (nosotras) no vamos a parar”. En tal empeño les va la supervivencia. “¡No se puede respirar ya, tenemos gente con depresión!”. Lope de Vega, superdotado escritor español del siglo dieciséis, durante una de sus depresiones confesaría. “Si me preguntase a mí mismo que mal tengo, no sabría responderme, por mucho tiempo que lo pensase”; según recoge el psiquiatra ovetense Juan Antonio Vallejo-Nágera en su libro Ante la depresión, donde señala que la persona deprimida no ansía riquezas ni poder, tan solo alberga pesimismo esencial al intuir la inminente tragedia; “Una de las asociaciones de ideas inmediatas es la de ruina total con sus peores consecuencias; “no voy a poder dar de comer a mis hijos (hijas)”, “¿qué va a ser de nosotros (nosotras)?”.

“¡Mal, mal, muy mal!”, exclama Laia del restaurante Bodega La Peseta y Bar la Paca de El Cabañal-El Canyamelar al describir la situación y, otras personas asistentes a la convocatoria, sumidas en el desasosiego, llanamente rehusan hablar al ser preguntadas.

“Estamos todos (todas) en casa no tenemos otra cosa que hacer que protestar y protestar, no vamos a parar ahora” arenga Gemma quien recalca la importancia de la interconexión, “Sobre todo redes sociales, las redes sociales son importantísimas”.

Si algo puede retratar el perfil de las personas que trabajan, emprenden, luchan y crean en la pequeña hostelería y ocio es lo relatado por el mítico actor de cine “Buster” (Joseph Frank) Keaton en Slapstick, su libro de memorias: “Siempre esperé trabajar duro para ganarme la vida y nunca me dieron nada regalado”.