Hoy, 4 de febrero, es el Día Mundial Contra el Cáncer, una fecha señalada para muchas personas afectadas, de una forma u otra, por el cáncer. Y es importante recordarla porque, siendo la sociedad consciente del momento sanitario extraordinario debido a la covid-19, debemos seguir prestando atención a esta enfermedad que cada año afecta a cerca de 30.000 ciudadanos en la Comunitat Valenciana. Una emergencia sanitaria no puede ni debe hacer sombra a otras.

Sí, la situación es complicada, especialmente desde el punto de vista hospitalario y en el caso de los pacientes con cáncer cobra una mayor dimensión. Uno de los aspectos que nos preocupa y se refleja en el informe ‘Impacto de la pandemia en las personas afectadas por cáncer en España’, elaborado por AECC, es el retraso en las pruebas diagnósticas, en el seguimiento de la enfermedad o en el acceso a los tratamientos. El estudio constata que durante la primera ola de la pandemia, y debido principalmente a la suspensión de gran parte de la actividad asistencial, el número de nuevos diagnósticos descendió un 21 %. Aunque no es la única causa -también hay que añadir otras como el temor de las personas a acudir a los centros médicos- este dato es significativo por lo que conlleva: una detección precoz aumenta la supervivencia. Por ello, independientemente del contexto, desde AECC creemos fundamental que el cáncer siga siendo una prioridad en las políticas públicas y en el propio Sistema Nacional de Salud.

Desgraciadamente, esta pandemia no solo se ha hecho notar en el ámbito hospitalario. También ha comportado problemas sociales y emocionales que afectan a la ciudadanía, pero que en el caso de personas con cáncer y su entorno se acrecientan. Así, la crisis económica como consecuencia del coronavirus con cierres de establecimientos, eres o ertes ha agravado la situación de muchos hogares. En el caso de pacientes con cáncer, esto ha supuesto una mayor vulnerabilidad económica. Para hacernos una idea, un diagnóstico de cáncer incrementa los gastos en los hogares entre 100 y 300 euros y disminuye el nivel de ingresos de la unidad familiar.

Por lo que respecta al plano puramente emocional, ¿alguien puede imaginar lo que supone hacer frente a una pandemia, ardua de por sí y prolongada en el tiempo, y a una enfermedad que debilita el sistema inmunitario? Soledad no deseada, miedo no solo al contagio sino a cómo evolucionará el cáncer, escasas posibilidades de relación con aquellos que quieres… Todo esto se traduce en síntomas de ansiedad y depresión que ya afectan a dos de cada cinco pacientes con cáncer.

El escenario es incierto, pero lo cierto es que debemos hacer algo. Desde AECC queremos en este día hacer un llamamiento a toda la sociedad para poder conseguir un Acuerdo contra el cáncer, un gran acuerdo con el que garantizar la atención hospitalaria y psicosocial, así como los programas de cribado y acceso a tratamientos y resultados de investigación. Repito: independientemente de las circunstancias. Porque el cáncer no entiende de clase social, situación económica o lugar de nacimiento. Hagamos, juntos, frente a esta enfermedad que seguirá una vez pase el coronavirus. Dependerá de nosotros la respuesta que daremos entonces.