La era Covid marcará un antes y un después en muchos aspectos y el sector del automóvil no se escapa de ello. La llegada de la pandemia se ha convertido en un verdadero revulsivo en la llamada digitalización del mercado automotriz, que ha conllevado la automatización de muchos procesos, hasta ahora manuales en mayor o menor medida, y la utilización de nuevos dispositivos, como tablets o móviles, en las diferentes áreas del negocio, que no formaban parte de la infraestructura informática de estas empresas. La inversión en soluciones de nueva generación, la formación y capacitación de los equipos humanos y la evolución en la cultura tecnológica son factores que, aunque ya estaban presentes, se han convertido en una pieza clave no solo para el desarrollo del sector sino para su propia subsistencia.

Es cierto que, aunque aún quedan muchos usuarios que no dominan las nuevas tecnologías (y por lo tanto los concesionarios deben seguir cuidando los canales tradicionales), la mayoría de los clientes a día de hoy prefiere la utilización de medios digitales para sus interacciones con las empresas, tanto de compra como de reparación de su vehículo. No solo por comodidad, sino también por seguridad. Esta situación está generando una aceleración de la digitalización de las marcas y sus redes de distribución, que ya estaba en marcha, pero que se ha visto forzada a avanzar a un ritmo mucho mayor.

De unos meses a esta parte, y por ser la cara visible del sector ante el público, los concesionarios y talleres han tenido que responder a los desafíos que "la era Covid" les presenta.  Los compradores de vehículos demandan respuestas ágiles y facilidad para obtener toda la información que consideran necesaria antes de decidir. Por ello, las herramientas más eficaces en el contexto actual son el aumento de la velocidad de reacción, máxima flexibilidad, entender muy bien al cliente, sus necesidades, preferencias y realizar un seguimiento multicanal muy personalizado y profesionalizado. Usar las últimas tecnologías para poder ofrecer una nueva experiencia de los clientes a nivel tanto de concesionario como de agente.

Y es que la digitalización permite tener información, una pieza clave para que las empresas del sector se adapten a un escenario cada vez más cambiante y puedan analizar con rigor los resultados de cada estrategia puesta en marcha. Estamos ante una transformación profunda del modelo de negocio, por lo que se debe ser capaz de contactar con el cliente final a través de nuevas tecnologías como soluciones de CRM interactivas que permitan presentar el vehículo a través de un video online, firma digital, facturación digital sin papel, recepción digital de una cita de taller a partir de su móvil y muchas más soluciones que evolucionarán tanto el trabajo de las empresas de automoción como su trato directo con sus clientes.

El sector automotriz ha respondido de manera eficaz a estos nuevos retos tomando conciencia de la necesidad de automatizar al máximo los procesos de negocio en los que se involucra a personas. Y es que la evolución de los productos informáticos específicos es imparable hoy en día e irá de la mano con la propia digitalización y automatización. Todo ello forzará al negocio de automoción a un avance que en los próximos meses será mucho más rápido de lo que pudo ser en los últimos años. Un desarrollo que beneficiará a todos los involucrados en el mercado, especialmente a ese nuevo cliente 2021.