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carmen perez novo

Deporte y corazón

La importancia del sentido común y la prudencia a la hora de hacer ejercicio físico

Yo creo que todas las personas que están leyendo estas líneas saben que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados. Y, de ellas, las más frecuentes son el ictus y la cardiopatía isquémica. Los principales factores de riesgo de estas patologías: la hipercolesterolemia (colesterol elevado), hipertensión arterial, diabetes y tabaquismo. Prevención: dieta y ejercicio físico.

Ahora bien, si durante toda la historia, la actividad corporal había sido el eje de los esfuerzos que se hacían para conseguir alimentos y superar los obstáculos que presentan la naturaleza, desde la revolución industrial, el sedentarismo ha ocupado un lugar predominante en la mayoría de las actividades laborales. Ahora bien, como contrapartida, paralelamente a ese sedentarismo ha aparecido la necesidad de hacer deporte como forma de conseguir una mejor forma física, mejorar el rendimiento orgánico y prevenir enfermedades. Lo cierto es que en la actualidad existe un auge en la práctica de las actividades deportivas. Son muchas las personas que practican marcha, ciclismo, actividades en gimnasio, natación, running … Y todo esto está muy bien. Sin duda, la práctica de ejercicio físico es salud. Cuando se practica con cordura. El problema, según los expertos, es el desarrollo indiscriminado de algunas de esas actividades, que pueden no ser aptas para todas las personas. En ocasiones, leemos casos de muerte súbita asociada al deporte. Por eso, los expertos recomiendan que toda persona que desee practicar una actividad física con cierta regularidad, sea aficionada o profesional, realice de forma periódica un reconocimiento médico. Todas y todos podemos disfrutar de los efectos beneficiosos del ejercicio físico. En principio, no existen contraindicaciones para la práctica deportiva. Pero, siempre, adaptadas a la edad y a las características físicas de la persona.

Por tanto, si queremos una sociedad más sana, es muy importante que fomentemos la práctica deportiva generalizada. Un ejemplo de la utilidad de la actividad física, en pacientes convalecientes, lo constituye el desarrollo de la Unidades de Rehabilitación Cardíaca. En ellas se promueve el ejercicio desde las fases iniciales del tratamiento del paciente con un problema del corazón, por ejemplo en personas que han sufrido un infarto. En estos casos, se han demostrado beneficios, no solo a nivel físico y mental, sino también un aumento de la supervivencia a largo plazo.

Por eso, una vez más, señoras y señores, el sentido común y la prudencia han de ser la norma.

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