Más de medio siglo más tarde de que David Bowie, obsesionado por los misterios del universo, sonara en 1969 en la BBC con ‘Space Odity’ con motivo del histórico alunizaje, lo ha vuelto a hacer en la NASA con ‘Life on Mars?’ con ocasión de la llegada del ‘Perseverance’ al planeta rojo, en versión del músico inglés Yungblud.

Hace cinco años de la muerte de David Bowie y su figura regresa a cada paso. Suena, de nuevo, ‘Five years’, incluida en el álbum ‘The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars’ y nos hace girar la cabeza a aquellos primeros años, principiantes absolutos, ‘Absolute Beginners’, cuya película, con escaso éxito inicial -la canción siempre lo tuvo- es hoy de culto, y se desarrolla en el Londres que explora las nuevas tendencias del rock y los primeros conflictos raciales en Notting Hill.

Su muerte significó, para quienes compartimos generación, la ausencia de un referente emocional y artístico. El polifacético Bowie siempre estuvo abriendo caminos. Ya había dejado atrás sus comienzos con ‘Space Oddity’, su participación con Lindsay Kemp en el London Dance Centre, la de Duque Blanco de ‘Station to Station’, y la citada Ziggy Stardust, cuando llega a Ginebra, que le lleva al arte contemporáneo, y de ahí a la música clásica, con su trilogía de Berlín, donde también reside, inspirando a Philip Glass en alguna de sus composiciones.

Participa con Bing Crosby en un especial navideño interpretando una versión de ‘El pequeño tamborilero’ y llega al minimalismo y a la ‘new wave’ con ‘Scary Monsters’ y también ‘Ashes to Ashes’. A primeros de los ochenta interpreta el papel de Baal, en la obra de Bertold Brecht, y alcanza el éxito comercial con el conocido ‘Let’s Dance’, que repetidamente suena en su honor, al fallecer Bowie en Nueva York, por las calles de Brixton, Londres, donde nació como David Robert Jones.

Tras haber participado en 1985 en el concierto Live Aid contra el hambre en Etiopía, su matrimonio con la modelo Iman en 1992, una vez divorciado de Angela, introduce a Bowie en nuevas causas sociales y participa en el concierto dedicado a Freddy Mercury, con quien como Queen ya había colaborado, en el de Nueva York por las víctimas del 11S, y con Pat Metheny en ‘This is not America’. Lo cual ahora resulta premonitorio con el asalto al Capitolio, tras las elecciones de EE UU, cinco años después de su muerte.

Su versatilidad alcanza interpretaciones memorables como la de Poncio Pilatos en el filme ‘La última tentación de Cristo’, de Martin Scorsese, o la de Andy Warhol en el de ‘Basquiat’. Su último disco, ‘Blackstar’, al indicar que miremos hacia el cielo, parecía anticipar su próxima muerte. Controvertido, artista global, absoluto Bowie, allá donde esté, como ya nos dijo, no estará aburrido.