El Consell debería haber posibilitado, con carácter incluso de emergencia, desde el principio una actuación coordinada y de colaboración entre la consellería competente en sanidad y la de medio ambiente para el correcto tratamiento de los residuos sanitarios. No han hecho nada y ahora justifican acudir a las cementeras que quisieron incluso cerrar, explicando que los residuos antes se trituran, como si fuera una novedad, cuando desde las cementeras llevan años apostando por tecnologías y aplicándolas para convertir residuos contaminantes en energía de manera sostenible, con el mínimo perjuicio al medio ambiente.

Este Consell incapaz se ha negado desde el principio a tratar esos residuos con coincineración o incineración en la propia Comunitat hasta que la situación se ha vuelto insostenible. Tanto luchar contra la emergencia climática y no solo no trabajan por llevar a cabo dentro de nuestra comunidad el tratamiento de estos residuos con valorización energética, sino que terminan contaminando mucho más al producir elevada huella de carbono con el traslado de residuos y terminar quemándose igual.

La ideología y el posicionamiento histórico contra la valorización energética por parte de quienes forman parte del Consell del Botànic les ha llevado al inmovilismo mientras se acumulaban decenas de contenedores de residuos sanitarios. Desde el PP llevamos años reivindicando las nuevas tecnologías para tratar los residuos sin enterrarlos porque es la forma de contaminar menos, ya que no se emiten apenas gases de efecto invernadero, y se crea energía en aras a la economía circular. El tiempo nos ha dado de nuevo la razón y este Consell del sinsentido acaba recurriendo a hacer lo que siempre habían criticado cuando estaban en la oposición y han acabado reconociendo la inocuidad de la incineración y coincineración para tratar residuos. Su incapacidad para decidir qué hacer con los residuos ha aumentado el riesgo sanitario en plena pandemia por la acumulación en los hospitales.

Desde el PP vamos a seguir apostando por la inversión en infraestructuras de tratamiento de residuos con valorización energética -tras recogida selectiva en origen- y por la necesaria colaboración público-privada, ya no solo para conseguir vertido cero, sino para evitar situaciones incoherentes en las que vemos instalaciones estratégicas de la Comunitat convertidas en ‘vertederos infecciosos’.

Es muy grave que el Consell decida pasear los residuos sanitarios a kilómetros de distancia o permita colapsar las instalaciones sanitarias en lugar de hacer lo posible para dar el tratamiento debido a estos residuos en la propia Comunitat, como ahora demuestra que se podría haber hecho desde el principio. Pero siempre igual, este Consell no reacciona hasta que la situación le sobrepasa.