¿Cuántas tragedias humanas se silencian entre andamios, vigas y hormigón? ¿Cuántas personas anónimas hacen posible que el nombre de profesionales de la arquitectura pasen a libros de texto, anuarios y catálogos e incluso designen la edificación con su nombre?

“¡El techno surge de la clase obrera con sonidos industriales!” afirma Soraya Martín Estellés (Sou Allen) disc-jockey residente en la cincuentenaria discoteca valenciana Barraca. “Oficialmente en el equipo de Barraca soy la primera mujer”. Joven productora musical y fotógrafa participa en el elenco creativo de la exposición: Erótica techno en la arquitectura valenciana. Instalada en Las Naves. Homenaje a edificaciones urbanas y su ligazón con la música electrónica nacida en los ochenta. Años en los que Valencia era la cúspide de la modernidad musical exteriorizando “¡Esa necesidad de bailar en libertad!”.

¿Faenas físicas de riesgo, en la construcción, con edad avanzada, para poder sobrevivir? “No es lo mismo desempeñar este trabajo con 60 años que con 50. Pierdes agilidad, fuerza, y ves a muchos (muchas) que todavía tienen que seguir subiéndose a los andamios” declaraba hace cinco años Manuel Ángel Cuervo, trabajador de la construcción por aquél entonces sexagenario.

Música “Para la clase luchadora” inspirada en “Los (las) más currantes”, compuesta al alimón entre Sou Allen y Alberto Doménech Gil (Domen). Una canción contundente en reconocimiento a “Esa gente que pasa desapercibida en la construcción”, alega Domen. Plantillas que levantan edificios, cuadrillas con contratos precarios, o, directamente sin contrato, hacen posible que proyectos arquitectónicos se materialicen.

“El techno es para esa gente curranta que los viernes se desahogaba”, añade este veterano de la música electrónica y también residente en la cabina de Barraca durante la inauguración del mencionado evento cultural proyecto de World Desing Capital Valencia 2022.

¿Qué hay tras la arquitectura? ¿El siglo XXI será la tumba de las megametrópolis? “Las megalópolis son el elemento principal que utiliza el Estado moderno y el capitalismo productivista para mantener el modelo de dominación político, socioeconómico, educativo, filosófico y sanitario que nos mantiene faltos de felicidad y, por lo tanto, de libertad” proclama Pedro A. Moreno Ramiro en su libro: Ecologismo integral. Identidades, justicia social y decrecimiento. ¿Qué respeto a los derechos, a la biodiversidad, a yacimientos arqueológicos, tiene la inversión financiera especulativa en construcción?

“Nadie ve el antiguo complejo hospitalario de La Fe (Juan de Zavala “arquitecto del Banco de España”. Fernando Flórez, republicano y preso en un campo de concentración tras la guerra civil, melómano y campeón de natación. Javier Picabea) como algo arquitectónicamente reseñable, pocos levantaran la cabeza para admirar el hormigón desnudo de la actual Facultad de Filosofía (Fernando Moreno Barberá, ceutí, con “obras polémicas que afectaron al patrimonio histórico de Madrid”) al pasar por la avenida Blasco Ibañez, y solo algunos miran ahora con otros ojos el complejo residencial Espai Verd (Antonio Cortés, apasionado de la informática, “soy muy místico, muy religioso, mucho”) como si formasen parte de una nueva “cultura de club”, escribe en el libro editado por Altre sobre la referida exposición, la profesora titular de la Universitat Politècnica de València (UPV) Débora Domingo Calabuig.

¿Hasta cuándo trabajadores y trabajadoras serán mero utillaje? ¿En el ladrillo todo vale? ¿Infravaloración y mano de obra barata como modus operandi?

“Poner en valor lo arquitectónico y el techno” es la definición dada sobre la muestra por Ricardo Ruíz Sánchez, joven arquitecto perteneciente al grupo difusor de la música techno valenciana Valencia Techno Culture, e ideador, junto a Daniel Escobedo, de la instalación. Tanto en música como en arquitectura se patentizan “El ritmo y la contundencia”, añade Ruíz, mientras Escobedo señala la importancia de “Transmitir ritmo y cadencia”. Iniciando el recorrido por la sala expositiva surgen de la pared fotografías en blanco y negro semejando protuberancias rectangulares que conducen al público por contundentes detalles constructivos. “¡Ha habido curro! Mucha arquitectura que vemos aquí, ¡sí! cambiaría la mirada” de la ciudadanía, comenta Escobedo joven arquitecto de veintinueve años, confeso amante del diseño e integrador de “La ciudad y sus habitantes” en sus propuestas.

¿Por qué apenas un nueve por ciento de mujeres trabaja en las obras, por qué peor pagadas? ¿Discriminación fundamentada en la fuerza física? “Por ser mujer te dicen que el trabajo de la obra va a ser muy duro y que no vas a poder, y yo ¡claro que pude!” declaraba hace casi dos años Inma Ocaña, madre de un arquitecto y de un universitario y pintora industrial en obras, según informa la página de la Fundación Laboral de la Construcción. ¿Por qué se siguen despachando a las solicitantes de trabajo en la construcción como si su selección fuese un error? Más de cien mil mujeres abanderan la avanzadilla femenina en este sector profesional masculinizado y estereotipado donde los salarios-si son empresas de ley- mejoran a los pagados en trabajos feminizados como los cuidados. ¿Por qué no facilitar, acercar, la capacitación de mujeres en unos oficios cada vez más tecnificados que no se sustentan únicamente en la fuerza bruta? Albañiles, encofradoras, enyesadoras, operarias para carga, señalista, gruista como María José Pérez Sosa: “Cuando voy a trabajar soy la gruista de la obra. No me tienen que mirar como mujer o como hombre, sino respetar mi trabajo”, instaladoras, arquitectas, soladoras de suelos, ingenieras.

“Mantenga el tajo ordenado y limpio” recomienda la susodicha fundación. Paleta, nivel, cincel, carretilla, picota, pala, llana, maza, cortadores, flexómetro, cubo, plomada, remachadora, transpaleta, amoladora, pistola de clavos, hormigonera, apisonadora, allanadora de concreto, carretilla elevadora, tractores bulldozer, motoniveladora, retroexcavadora, excavadora, rodillo compactador, camión hormigonera, grúa de altura. ¿Las herramientas tienen género más allá del gramatical?

¿Se incentiva a la juventud en el sector de la construcción cualificándola, o, simplemente se la explota? ¿Se inspeccionan las subcontratas de subcontratas de subcontratas en el sector?

“La arquitectura también es matemática”, apunta Domen comparándola con la música. “Sin trabajar desde febrero de dos mil veinte” como disc-jockey Domen añora las potentes sensaciones de sesiones “barraqueras”. Las imágenes que les pasó Ricardo Ruiz, fundamentaron el “temazo” absoluto que él y Sou Allen compusieron y cuyo “Principio es muy contundente, como los cimientos” de un edificio.

“Valencia fue autosuficiente en el movimiento cultural”, rememora la disc-jockey. Generadora de nuevos estímulos musicales con la electrónica experimental como fórmula para desafiar lo preestablecido. Tiempos de apertura compositiva y arquitectónica para una arrasadora industrialización galopante, algo reflejado en el videoclip realizado por Sergi Palau, cofundador del colectivo de artistas audiovisuales NiñoViejo, en el que imágenes de estructuras arquitectónicas convertidas en transformers de ladrillo, cemento, hierro y el icónico acero hacen surgir ¡la erótica! en su contemplación. Imágenes crecientes y decrecientes seducidas por el sonido techno. ¿Regresión a tiempos de la Ruta? ¿Por qué si el techno, per se, no discrimina si existe una manipulación que invisibiliza a las mujeres en la música electrónica y hasta en algunos países son encarceladas?

Le Courbusier (Charles-Edouard Jeanneret-Gris), arquitecto y urbanista suizo, en mil novecientos cincuenta y ocho escribía, y así se lee en la exposición: “Ha aparecido un medio de acción: la electrónica, sacando de la física los recursos extraordinarios de la potencia, del volumen”