El periodismo es un trabajo de hombres». Muchas periodistas y profesionales de la comunicación han tenido que escuchar comentarios de este tipo durante su trayectoria mientras se enfrentaban a las dificultades sociales y laborales para poder ejercer su profesión.

Pero, poco a poco, y gracias a la lucha constante de muchas pioneras como es el caso de Francisca de Aculodi, primera periodista de la historia, las periodistas han ido consiguiendo más reconocimiento. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer para conseguir la igualdad.

Es necesario destacar que la cifra de mujeres matriculadas en la carrera de periodismo es mayor que la de hombres. En 2017, esta diferencia era de 13.569 mujeres frente a 8.676 hombres. El número de titulados en periodismo también sigue esta línez, ya que, en 2019 era de un 63 % mujeres y un 37 % hombres. Pero los hombres ejercen más la profesión (58%). Ahora bien, analizando

En Atresmedia, la plantilla es mayoritariamente femenina 1.315 mujeres (52,04 %) y 1.212 hombres (47,96 %). Y en Mediaset, aunque la plantilla es mayoritariamente masculina, no hay una diferencia notable: 805 hombres (51,7 %) y 754 mujeres (48,30%). Asimismo, los puestos con el mismo número o con una leve diferencia de hombres y mujeres son: editor de informativos, corresponsal, productor y camarógrafo. Pero las diferencias se observan en el puesto más visual, el de presentador, donde hay una diferencia de 1,7 puntos.

Aquí es donde se comienza a observar la brecha de género, no solo por la diferencia numérica, sino por las exigencias físicas que se les exige a las mujeres. Es común que los informativos estén presentados por una pareja formada por un hombre adulto y una mujer joven. Mientras que el hombre ‘queda bien con canas’, la mujer cumple el arquetipo de joven, delgada y guapa y en cuanto supera una cierta edad es sustituida por otra periodista. Esta tendencia comenzó en Estados Unidos en los años 80 y más tarde fue adoptada por algunas de las cadenas privadas de España.

El objetivo es superar a las cadenas rivales atrayendo a más espectadores. Esto supone numerosos inconvenientes, por una parte las periodistas más adultas ven peligrar sus puestos de trabajo. Aunque hay excepciones como la veteranía de Ana Blanco en el informativo de televisión Española.

Estas condiciones están directamente relacionadas con los directivos de las cadenas de televisión. Pues, a pesar de que haya un gran número de mujeres en sus plantillas la mayoría de directivos son hombres. En el caso de Mediaset de un total de 24 cargos directivos solo 5 son ejercidos por mujeres y, todavía más llamativo, en Atresmedia de 15 personas que componen el comité directivo solo 2 de los cargos están ocupados por mujeres.

Este es otro de los sesgos de la brecha de género, pues las mujeres se ven obstaculizadas por un techo de cristal y es muy difícil para ellas romperlo. Según una encuesta realizada por la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información, el 88,2 % de las profesionales cree tener menos oportunidades de promoción o ascenso que los hombres debido a la desigualdad estructural y a estar condicionadas por la esfera privada. Solo el 11 % de los programas televisivos están dirigidos por mujeres.

Que los equipos directivos sean principalmente masculinos no solo supone un retroceso para la igualdad laboral y para las periodistas, sino que influye notablemente en cómo se cuenta la información, con una visión masculinizada, lo que supone un grave problema y un impedimento para la igualdad, ya que, al ser un medio tan consumido influye profundamente en la audiencia de manera imperceptible.

La suma de estos factores, la precariedad laboral del sector y las cargas familiares de las mujeres desembocan en la brecha salarial que sufre el 66 % de las periodistas. Para combatir estas malas praxis y desigualdades se están tomando diversas medidas. Un buen ejemplo es de la Plataforma en defensa de la libertad de información que en 2018 creó un área ‘Mujer’ dedicada a impulsar acciones en este ámbito. Entre otras iniciativas, ha puesto en marcha el primer Observatorio contra el acoso online a mujeres periodistas en España, ha participado en un estudio internacional pionero sobre el tema y contribuyó al impulso del movimiento Las periodistas paramos.

Estas medidas son necesarias para establecer la igualdad de oportunidades en el sector. Para que, a la hora de contratar, los estudios y la experiencia laboral sean determinantes y no el sexo o el físico. Debido a su gran influencia, la televisión es un medio idóneo para establecer una verdadera igualdad. Esto beneficiaría tanto a las profesionales como a los espectadores, ya que, se ofrecería una imagen de la realidad totalmente verídica y neutra. Es decir, es necesario que haya más mujeres directivas para establecer una perspectiva de género que muestre realmente como son las mujeres y los problemas que afrontan.