Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mariola Sabuco

Yo lloro, tú lloras

Yo lloro, tú lloras

El Congreso de los Diputados demostró este miércoles la distancia que hay entre la política y la calle en este momento y en este país. Mientras los trabajadores están en paro, en ERTE o temiendo ser despedidos de un momento a otro, Gabriel Rufián (Esquerra Republicana) dejó claro que la tranquilidad de Pedro Sánchez (PSOE), una vez fuera del Gobierno Pablo Iglesias (Unidas Podemos), solo es posible si accede a todo lo que pide el independentismo catalán porque «España no es una democracia».

Mientras los empresarios cierran negocios o no duermen porque están al borde de la quiebra, en el Congreso de lo que más se habló es de las elecciones en la Comunidad de Madrid y de los tránsfugas de Ciudadanos en Murcia. Mientras los ciudadanos suspiran decepcionados ante el evidente fracaso de la gestión de la Unión Europea a la hora de suministrar suficientes vacunas para la inmunización contra el covid, Pablo Casado (PP) sacó la pandemia a colación para empezar con la campaña electoral para Madrid. Íñigo Errejón (Más Madrid), muy probablemente en clave electoral también, habló de lo que nadie quiere hablar: la epidemia de salud mental a la que nos aboca el coronavirus. Las bancadas de los populares se echaron a reír, y a mí me dio por llorar. Lloro mucho últimamente. Pertenezco a ese 35,1% de españoles que reconoce en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que llora con frecuencia por la situación que vivimos. Lo de los demás, no sé; lo mío es de rabia. Seis de cada diez españoles están deprimidos y toman medicación. Siete de cada diez jóvenes están sin esperanza y preocupados por su salud mental y el 16% de la población reconoce haber sufrido ataques de pánico en el último año. Yo lloro, tú lloras, y ellos ríen.

Compartir el artículo

stats